Osasuna sumará otra década en primera división
El Barcelona se gusta en una Liga cada vez más desequilibrada por los presupuestos
Hoy todavía será día de celebraciones en Iruñea, pero mañana toca reflexión, la misma que quedó pendiente hace un año, cuando Osasuna salvó el pellejo con otro final agónico en Santander. La campaña ha demostrado que el ADN rojillo sólo pervive en la afición, pero no en la plantilla y mucho menos en el banquillo.Existe unanimidad en que sólo la afición ha estado a la altura en esta liga. Pero ese trampolín se convierte a la vez en trampa por su actitud acrítica ante un club que se despersonaliza a pasos agigantados.
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Lamentablemente, el deporte profesional también se ha convertido en una lucha en la que los poderes económicos cada vez tienen más importancia. Los ingresos por televisión y merchandising no han hecho sino aumentar las ventajas a favor de los más poderosos y los grandes torneos son cotos privados de las elites económicas, unos pocos luchando por premios secundarios y un pelotón cada vez más grande condenado a conformarse con la salvación.
Año mágico culé
De la mano de un técnico sin experiencia y de la casa como Pep Guardiola, el Barcelona ha firmado el mejor año de su centenaria historia, al ser el equipo que mejor ha sabido complementar su cantera global con fichajes de primera línea.
Sólo con retirar a elementos nocivos, recuperando a otros como Henry, que ha vuelto a ser el del Arsenal, y buenas incorporaciones como Dani Alves o Piqué, Guardiola ha sabido recuperar la voracidad del plantel catalán que, con el estilo que impuso Cruyff en el club y la calidad de la Masía, ha maravillado a toda Europa con su apuesta por el fútbol de toque.
Con una presión que ha asfixiado a sus rivales y que ha permitido a su tridente ofensivo a hincharse a goles, el Barça se ha paseado y sólo le ha faltado batir el récord de goles del Madrid de Toshack y que Eto´o consiguiera el pichichi.
Gracias al peso de su camiseta y a la calidad individual de sus jugadores, el Real Madrid ha llegado a cuestionar durante 15 días la supremacía culé, pero en el momento en el que ambos equipos se han enfrentado cara a cara, el Barcelona dejó constancia de la enorme diferencia existente respecto a un Madrid que espera que Florentino pueda resolver el entuerto.
Viajarán los esperados
Con los dos grandes muy distanciados, el resto de outsiders se ha visto condenado a pelear por los dos puestos de Champions que han dejado libres. En esta lucha, el Sevilla ha sido el menos irregular e incluso tuvo fases en las que osó a poner el solfa su supremacía, pero están felices con su tercera plaza.
El excepcional final de temporada de Diego Forlán, Pichichi y Bota de oro europeo con ocho jornadas consecutivas marcando, ha salvado al Atlético Madrid de su medianía, gracias en gran parte a los múltiples problemas que Unai Emery ha tenido en el Valencia en forma de lesiones y de impagos, y de la distracción que supuso en el Villarreal su pase a cuartos de final de la Liga de Campeones.
En definitiva, los premios secundarios también se han repartido entre los que más boletos pueden comprar, haciendo inútiles los esfuerzos del resto del pelotón, entre los que han destacado el rejuvenecido Deportivo de Lotina y el Málaga, equipo revelación de la Liga.
Puñetazos por la permanencia
Como bien quedó demostrado en una última jornada en la que hasta cinco equipos estaban inmersos en la pelea, de los que tres estuvieron algún minuto en Segunda, la terna de candidatos al descenso es cada vez más amplia y la permanencia es motivo de celebración.
Tras estar toda la temporada merodeando en los últimos puestos, Numancia y Recreativo cayeron al abismo y la sorpresa final fue el descenso de última hora del Betis de Lopera.