En el tiempo deportivo de un espacio informativo de una cadena generalista titulan «cuatro fiestas y un funeral» para referirse a lo vivido en diversos campos de fútbol en la última jornada en donde se jugaban el ser o no ser en primera división. Perdió el Real Betis Balompié, y no se escuchó el famosos grito «viva er Betis manque pierda», sino que fueron los lloros, los sollozos, la violencia nerviosa ante un fracaso, ante una circunstancia incorporada al código genético de unos cientos de ciudadanos convertidos en béticos, por encima de cualquier otra consideración. En Iruñea Osasuna se salvó, en un mar rojo, pero en ese programa aseguran que las tarjetas mostradas a los jugadores madridistas no eran rojas, sino «rojillas». Objetividad florentina.

Estamos acongojados con la desaparición del avión de Air France, y nos enteramos dentro de una cascada de noticias que se encabritan en los noticiarios que aquella mujer que pasó a la fama cantando en un programa espectáculo en supuesta búsqueda de talentos, Susan Boyle, no ganó el concurso, quedó segunda, pero como estamos ante un fenómeno mediático prefabricado, este segundo puesto debe formar parte del guión, aunque en este preciso momento resulta que mujer de voz divina ha sido ingresada en un psiquiátrico para tratarse de cansancio mental, presión ambiental, estrés o alguna cosa más. Es decir un juguete roto, una gloria fugaz, dentro de poco no sabremos casi nada de ella, seguirá, si puede, cantando en su parroquia y acudirá a otros programas televisivos para alargar su vida mediática antes del oscuro mediático total.

Peor le ha ido en la persecución de la gloria a un concursante, Moncho Vodmicharov, de cincuenta y un años, que participaba en la versión búlgara de «Supervivientes» y tras realizar una de las pruebas se sintió indispuesto y un infarto le ha provocado la muerte. Una muerte, claro está, grabada, lo que nos vuelve a situar una vez más ante la ética, la moral, la privacidad, el si al firmar en un programa así vendes también tu agonía, si se produjera. ¿Subirá la audiencia del programa debido a esa muerte? ¿Se deben emitir estas imágenes, editarlas con respeto, obviarlas?