La silicosis es un tipo de neumoconiosis relacionada con el polvo de sílice, principalmente, que los mineros tenían que tragar en su trabajo diario. Otras muchas actividades (fundiciones, acerías, producción de vidrio, marmolerías, sector de la construcción, entre otras) utilizan ese mineral de sílice. Es una sustancia calificada de cancerígena desde 1997 por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC).

Está considerada una enfermedad grave, pero -según denunciaron los responsables de CCOO- no tiene la atención preventiva requerida ni por parte de los servicios de prevención ajenos, ni por los empresarios.

El responsable de Salud Laboral de CCOO-Euskadi, Jesús Uzkudun, alertó del incremento de afectados que se está produciendo. Explicó que el sistema para la comunicación y registro de enfermedades profesionales del Ministerio español de Trabajo (CEPROSS) ha reconocido 65 casos de silicosis en el Estado español en los primeros noventa días de este año, la mitad corresponden a trabajadores de Araba, Bizkaia, y Gipuzkoa. Sin embargo, en los 365 días de 2008, sólo se registraron en total 67 casos de silicosis. «Es un fuerte incremento, por lo que llamamos la atención sobre la falta de medidas de prevención», precisó el responsable sindical.

Uzkudun compareció acompañado de los responsables de Salud Laboral de la Federación de la Construcción, Alfonso Ríos, y de la Federación de Industria, Kepa González, quienes señalaron fue no van a permitir «que los servicios de prevención ajenos continúen mirando hacia otro lado, sin atender al riesgo que supone».

CCOO de Euskadi denunció que muchos casos de esta enfermedad profesional se están derivando a enfermedad común, con lo que los costes los asume el sistema público sanitario «cuando deberían asumirlos las entidades preventivas».

Kepa González explicó que «lo que está apareciendo es tan sólo la punta del iceberg» y aseguró que por iniciativa de CCOO se realizaron revisiones profundas en el instituto de la Silicosis de Asturias a un grupo de veinticinco trabajadores. «La mayoría tiene afecciones pulmonares y a cuatro de ellos les han concedido la incapacidad total o absoluta, porque están afectados por esa enfermedad», dijo.

Alfono Ríos explicó que en una marmolería vizcaina un 60% de los trabajadores están afectados e indicó que se está sustituyendo el mármol por un producto denominado silestone, «que tiene un 95% de sílice», por lo tanto «es también perjudicial para la salud».

Por último, Jesús Uzkudun aseguró que van a tratar por todos los medios de que esa enfermedad no permanezca oculta y los empresarios se vean obligados a indemnizar a los trabajadores, por lo que conminó a los pequeños empresarios a que denuncien a los servicios de prevención ajena para que «realicen su trabajo, a fin de no poner en riesgo la salud de los trabajadores». En este caso, citaron al servicio de prevención de Fremap «porque su pasividad es muy grave», dijo Alfonso Ríos.

Otro fallecido por amianto

La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) señaló ayer que Jorge Juiz Fernández, de 59 años, y que trabajó en Dragados y Construcción falleció ayer por un cáncer derivado por el contacto con amianto. Tanto la Seguridad Social, como la Inspección de Trabajo reconocieron ese extremo, aunque fue recurrido por la mutua.