De lo que parecía hecho hace apenas unas semanas se ha pasado a un mar de dudas en apenas 24 horas. Las contradictorias declaraciones del presidente rojillo, Pachi Izco, tras la victoria sobre el Real Madrid abrieron la espita de la incertidumbre respecto a la continuidad de José Antonio Camacho al frente de la escuadra navarra.

Máxime cuando lo que parecía un lapsus por el momento de euforia que vivía el mandatario rojillo no lo es tal, sino más bien la consecuencia de un cúmulo de recelos sobre el rendimiento del técnico murciano al frente del equipo.

A las pasadas manifestaciones de Izco confirmando la prórroga por un año más del de Cieza en caso de salvación, ha surgido ahora un frente común entre la afición, prensa y junta directiva que no tiene tan claro que eso sea lo mejor para Osasuna.

De momento, el ex seleccionador español ya arrojó el guante en su comparecencia tras el partido: «Me quedaré si el presidente quiere». Y es que da toda la impresión de que Izco es el único que confía en Camacho como la opción idónea de cara a la próxima temporada.

De hecho, fuentes del club señalaron que entre los rectores de la entidad rojilla no existe consenso al respecto y sí muchas incógnitas, dado que se confiaba mucho más en que el preparador murciano fuese capaz de acrecentar el rendimiento de la plantilla y no pasar los apuros finales vividos.

Mañana, reunión vespertina

La decisión sobre la continuidad o no de Camacho podría tomarse mañana por la tarde, ya que la junta directiva se reunirá en El Sadar a partir de las 18.30. Incluso cabría la posibilidad de que las determinaciones a adoptar llegaran a afectar a un mayor nivel en el escalafón del staff técnico osasunista. En cualquier caso, el que se haya prorrogado la decisión no deja de ser una muestra de falta de confianza hacia el entrenador murciano.