El balance
Un bosque semioculto, con maleza y arbolado
Dejando a un lado la Copa, el Athletic cierra la temporada con un aprobado raspado. Ha conseguido el objetivo de la permanencia, pero sin grandes alardes.
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
«Por encima del árbol de la derrota, tenemos que ver el bosque de todo lo que ganó el Athletic en todos los ámbitos», destacaba Fernando García Macua, pocas horas después de la final de Copa. Un acontecimiento al que ya se han dedicado todos los adjetivos imaginables y al que también podría calificarse, precisamente, de árbol.
Porque ese partido frente al Barcelona, efectivamente, ha ofrecido un rendimiento espectacular al Athletic en términos sociales, económicos e incluso deportivos -a fin de cuentas, pese a la derrota, se disputó un título un cuarto de siglo después-, pero también ha ocultado en buena medida el bosque de la Liga. Un bosque en el que la maleza ha compartido espacio con el arbolado, e incluso ha llegado a superarlo por momentos.
No es una cuestión de falsas expectativas. Vista la trayectoria de las últimas temporadas y teniendo en cuenta las declaraciones de los propios protagonistas -aunque Joaquín Caparrós hablaba de Europa cuando el equipo atravesaba sus peores momentos-, también de cara a la próxima campaña, el primer y gran objetivo de este equipo es la permanencia. Se ha conseguido, así que el aprobado es evidente. Pero raspado, no en vano el Athletic concluye la Liga con 44 puntos, sólo dos más que el Betis, uno de los condenados al descenso. Sólo en dos ocasiones a lo largo de la última década han acabado los rojiblancos con una puntuación menor.
Hay cifras aún más llamativas por lo negativo. Sobre todo, los 62 goles encajados -es el tercer equipo que más tantos ha recibido-, prácticamente una veintena más que la temporada pa sada; pero también las 18 derrotas, casi la mitad de los partidos que se han disputado.
Lo peor es que olvidando los números para pasar al plano del espectáculo, la cosa no ha ido mucho mejor; los momentos brillantes pueden contarse con los dedos de la mano.
La reacción
Más numerosos han sido los trances emotivos. Concentrados casi exclusivamente, en lo que respecta a la Liga, en los meses de diciembre y enero.
El equipo cerraba el primer cuarto liguero enfangado en los puestos de descenso y con las expectativas por los suelos. Pero, en su peor momento, fue capaz de enlazar siete jornadas consecutivas sin conocer la derrota. Una reacción, sin duda lo mejor de la campaña, que le permitió cimentar la permanencia, junto a la que, aunque en menor medida, protagonizó a la misma altura de la segunda vuelta, cuando los fantasmas volvían a salir del armario.
Una de las buenas noticias de la temporada ha llegado con el debut de cinco chavales de Lezama, aunque sólo Etxeita ha tenido continuidad. La presencia de Iturraspe, Eneko, Adrien Goñi y Xabi Etxeberria o Muniain ha sido testimonial.
No era fácil, pero los equipos de Primera consiguieron rascar algún punto. Todos, menos el Athletic, que saldó el Everest liguero -los enfrentamientos seguidos ante Sevilla, Real Madrid, Barcelona y Villarreal- en blanco, en las dos vueltas.
Futbola taldeko kirola den arren, izen bereziek garrantzia handia dute. Eta gauza bera gertatzen da Athleticen denboraldiari dagokionez.
Kritika gogorrak jasotzen ari da Joaquin Caparros, taldea kudeatzeko modua dela eta. Ulergarria, honakoak kontuan hartuta: hamalau jokalarik lehiatutako minutuen % 85 monopolizatu dutela eta horrek, dudarik gabe, eragina izan duela taldearen emaitzetan -jokalari asko lehertuta heldu baitira azken jardunaldietara-, eta aldagelatik ere komenigarriak izaten ez diren kritikak entzuten ari direla.
Gestio hori egokia izan ala ez, argi dago hiru multzo sortu dituela jokalariei dagokienez: konfirmazioak (batzuk), aurkikuntzak (gutxi) eta ahaztutakoak (asko).
Lehen multzoan Fernando Llorente eta Javi Martinez daude. Aurrelariak bere denboraldirik onena jokatu du, minutuak pilatuz, taldean funtsezko jokalari bilakatuz eta, batez ere, golak sartuz. Ia gauza bera esan daiteke erdilariari buruz: zutarri ukaezina eta, bere kasuan ere, golegilea, etengabeko garapena izan du, aurreko bi denboraldietan egindakoari jarraituz.
Aurkikuntzen atala Gaizka Toquerok eta Xabi Etxeitak osatzen dute. Lehena abenduan heldu zen, «Caparrosen apustua» etiketarekin eta nolabaiteko mesfidantzaz inguratuta, baina «ari, ari» famatua, denboraldiko lelo nagusietakoa bilakatu da. Atzelaria, bestalde, harrobitik etorrita estreinatu direnen artean, bere aukera hobekien aprobetxatu duena izan da, eta taldeko hirugarren erdilari bilakatu da.
Luze-luzea da, azkenik, ahaztutakoen zerrenda: Murillok, Iñigok, Muñozek, Del Olmok, Garmendiak..., ia jokatzeko aukerarik ere ez dute izan.