Cinco personas murieron ayer en un incendio provocado en el edificio de una sociedad de crédito en Zahedán, una ciudad del sudeste de Irán que el jueves fue objeto de un atentado que provocó 25 muertos y 125 heridos, según informó la emisora Press TV. El domingo, esta ciudad se vio sacudida por enfrentamientos entre chiíes y suníes. Tres hombres condenados por complicidad en los atentados del jueves, atribuidos al grupo rebelde suní Jundallah (Soldados de Dios), fueron ahorcados el sábado.