La noticia saltó poco antes de la medianoche. En un comunicado, los máximos dirigentes de Eusko Alkartasuna en Gipuzkoa, encabezados entre otros por su presidente, Iñaki Galdos, el diputado foral de Hacienda, Pello González, y el portavoz en las Juntas Generales, José Antonio Rekondo, informaron de que abandonan la formación y crean un nuevo movimiento político «abertzale, democrático y socialdemócrata» del que incluso adelantaron el nombre, Alkarbide, con el que buscan «rescatar la línea fundacional que dio origen a EA».

Agregan que en las próximas semanas crearán la comisión promotora del nuevo proyecto, «cuyos postulados ideológicos y estratégicos, así como los trabajos para su constitución, se definirán antes del final de 2009».

Son en total quince los miembros de la Ejecutiva guipuzcoana que suscriben la nota que anuncia la escisión, hecha pública tras una reunión mantenida en Zarautz, y en la que censuran que el partido se ha vuelto «irreconocible» para la mayoría de sus votantes.

Las diferencias con la Ejecutiva Nacional se explicitaron el sábado, cuando en la presentación de las conclusiones de su proceso de reflexión «Suspertu» Galdos acusó a la dirección del partido de «expolio y traición» a los valores fundacionales.

Estos dirigentes dicen haber sido «excluidos» de las decisiones fundamentales adoptadas por el partido en los últimos tiempos, que «han ido tomándose en foros no oficiales» de la formación, entre las que destaca «la decisión sobre la fórmula electoral y el giro estratégico que ha supuesto la evidente apuesta por un polo soberanista con las fuerzas políticas de la autodenominada izquierda abertzale». Ante ello, afirman haber efectuado un «esfuerzo leal y sincero» por la «integración interna» sobre la base de «la recuperación de las señas fundacionales», pero dicho afán «no ha sido correspondido» al haber sido «excluidos» de la organización y definición de contenidos del congreso extraordinario que EA celebrará los días 20 y 21 de este mes en Gasteiz.

«Liquidar a los leales»

«Además, hemos sido testigos de cómo se pretende reorganizar el partido de tal manera que el objetivo principal es la liquidación interna de su corriente más leal con el proyecto fundacional», indican en alusión a la Ponencia de Estatutos.

Horas antes de conocerse esta decisión, la Ejecutiva Nacional de EA se había reunido en Gasteiz, tras la cual su vicepresidente, Koldo Amezketa, hizo un llamamiento al respeto para que el proyecto salga reforzado del congreso y a la participación en el debate de las ponencias que se está llevando a cabo en las organizaciones locales.

Frente a las acusaciones de traición al ideario fundacional lanzadas por los críticos, Amezketa replicó que «es una perversidad que desde nuestra propia casa se ponga en duda la trayectoria» última del partido.