Enemigos ayer, la primera ministra, Yulia Timoshenko, y el líder opositor Viktor Yanukovich negocian una alianza para poner fin a la crisis política en Ucrania.

«Timoshenko y Yanukovich podrían desde hoy compartir el poder», titulaba en su edición de ayer el diario «Gazeta Pokievski». «La nueva unión está prácticamente creada», coincidía «Komsomolskaia Pravda».

El mismo presidente, Viktor Yushenko, que codirigió junto a Timoshenko la «revolución naranja» a finales de 2004, da crédito a los rumores. «No excluyo que las negociaciones secretas desemboquen en la creación de una coalición», señala.

Según «Kommersant», representantes del bloque de la primera ministra y del Partido de las Regiones de Yanukovich han recibido la consigna de comenzar a defender esa coalición sin esperar a la confirmación oficial.

Presidenciales

Las rivalidades se han exacerbado a escasos meses de las elecciones presidenciales anticipadas. Yanukovich llega en cabeza en los sondeos seguido de cerca por Timoshenko. El presidente saliente sale muy mal parado en las encuestas. Pero los dos aspirantes estarían fatigados y «temen perder», asegura el rotativo «Ukrainska Pravda».

Los dos protagonistas sacarían a Yushenko de la escena política. Yanukovich se reservaría la jefatura del Estado, cargo que pasaría a ser elegido por el Parlamento y no por sufragio universal y Timoshenko se mantendría como primera ministra.

Según el semanario «Dzerkalo Tyjnia», la solución conviene a ambos. La popularidad de Timoshenko aparece tocada por la crisis económica y Yanukovich no estaría interesado en llegar a una segunda vuelta habida cuenta de su etiqueta de pro-ruso, que podría unir el voto pro-occidental en su contra. La reforma negociada prevé el retraso de las legislativas y el reparto de poder entre ambas corrientes.