A la espera de la confirmación de la autopsia, el cuerpo sin vida hallado el lunes en el río Errobi no parece ser el del militante vasco desaparecido Jon Anza. Según ha podido saber GARA, fue el responsable de la Policía Judicial, cuerpo que se ha hecho cargo de la investigación de este hallazgo, el que desmintió esta hipótesis el mismo lunes por la noche. Durante la jornada de ayer la fiscal de Baiona y encargada de investigar el caso del represaliado vasco, Anne Kayanakis, también confirmó este extremo y apuntó que «la talla del cuerpo encontrado no se corresponde a la corpulencia de Jon Anza, ni tampoco el aspecto físico».

Ayer, sin embargo, no hubo noticia alguna respecto a la autopsia del cuerpo sin vida hallado en Errobi, una prueba que las fuentes de investigación indicaron que se iba a desarrollar entre ayer y hoy.

Un responsable de la Policía Judicial francesa acudió al lugar donde se encontró el cadáver nada más conocer la noticia y fue allí donde rechazó que el cuerpo localizado perteneciera al militante donostiarra. Igual que hizo este mando policial, la fiscal de Baiona, Anne Kayanakis, también se personó allí, si bien no descartó nada.

Desde que a primera hora de la tarde del lunes unos pescadores que se encontraban en la zona entre Bidarrai e Itsasu dieran cuenta a la Gendarmería de Maule del hallazgo del cadáver, las idas y venidas de policías y efectivos de rescate y el hecho de que la propia fiscal encargada de investigar el caso de Anza se personara en el lugar de los hechos dispararon la alarma en el entorno del represaliado político donostiarra, así como entre los medios de comunicación de ambos lados de la muga.

Los primeros exámenes se llevaron a cabo el lunes, en el mismo lugar de los hechos, aunque no permitieron su identificación, debido al estado en el que se encontraba. Las autoridades francesas continuaron ayer analizando los restos encontrados y consideraron que el cuerpo podría haber estado en el agua entre siete y diez días.

Hoy, mes y medio

Jon Anza, natural de Donostia y residente en la localidad labortana de Ahetze, se encuentra desaparecido desde el pasado 18 de abril, día en el que cogió un tren en la estación de Baiona. Desde entonces, sus familiares no han tenido noticias suyas.

La desaparición del represaliado político fue denunciada a principios de mayo por su familia ante las autoridades francesas y confirmada por la organización ETA pocos días después. En una nota remitida a este diario, ETA informó de que Anza tenía una cita con la organización armada el mismo día de su desaparición en Touluse, encuentro al que no acudió.

Desde que se hiciera pública la desaparición de Anza, han sido numerosas las movilizaciones de protesta desarrolladas a los dos lados del Bidasoa. Concretamente, este último sábado cientos de personas se concentraron ante un acto electoral de UMP, que fue respondido con una carga policial por los agentes de la Policía francesa. Tres manifestantes resultaron heridos tras la carga policial y uno de ellos tuvo que ser atendido en el hospital.