El clúster aeronáutico y espacial vasco Hegan obtuvo en 2008 unas ventas por valor de 1.230 millones, lo que supone un crecimiento del 10% respecto al ejercicio económico anterior. Esos resultados fueron calificados de «sorprendentes». De esa cantidad, 625 millones, el 51%, correspondió a la facturación generada en las plantas de la CAV, lo que supuso un crecimiento del 6% por encima de 2008, según afirmaron ayer los responsables del cluster.

Debido a la crisis económica, el presidente de Hegan y director general de Aernnova, José Luis Osoro, adelantó que se espera que este año el negocio caiga en torno al 10%. Hasta finales de 2010, el cluster aeronáutico no espera que la situación «se normalice». Osoro indicó que la situación actual es «bastante difícil» y adelantó que la aeronáutica tiene «un futuro brillante, a pesar de los baches», porque las proyecciones del sector para los próximos veinte años prevén una necesidad de entre «30.000 ó 40.000 aviones para satisfacer la demanda mundial de aeronaves».

En cuanto al empleo, aseguró que se mantendrán las plantillas. Los socios de Hegan mantienen 9.055 puestos de trabajo, aunque menos de la mitad del empleo se encuentra en las plantas ubicadas en la CAV, que suman 4.035 trabajadores, aunque en 2008 aumentaron los puestos de trabajo en un 5%.

Los ingresos por las exportaciones supusieron 884 millones, un incremento del 7,8%, «lo que representó el 72% del negocio del cluster. Nos mantenemos en ese porcentaje», precisó José Luis Osoro. Brasil (29%), Alemania (22%), Gran Bretaña (18%) y Estados Unidos (14%) son los principales países hacia donde se dirigieron las ventas de material aeronáutico en 2008.

Entre los principales hitos del sector en los últimos meses, según explicó Osoro, destacan las adjudicaciones obtenidas por las empresas del clúster en el programa del «Airbus A350 XWB», ya que formalizaron contratos por valor de 10.000 millones de euros. La mitad de esos pedidos corresponden a la estructura de la nueva aeronave y el resto al motor, «lo que permitirá al cluster participar durante los próximos 30 años como socio de primer nivel en la fabricación de diversos componentes y estructuras, así como en la turbina de baja presión del motor de la aeronave», precisó su presidente.

Para ello, las compañías deberán invertir en los próximos cuatro años en torno a 900 millones de euros en el desarrollo de la ingeniería y en nuevos equipamientos industriales para hacer frente a estos ambiciosos pedidos, con un desembolso de 250 millones de euros en el área de motor y más de 600 millones de euros en aeroestructuras, precisó Osoro.

Otro hito importante fue el contrato de ITP como socio de riesgo en el programa Trent XWB, que motorizará este mismo avión. Cuando entre en producción una cuota de mercado mundial del 50% en turbinas.