Al menos 20 indígenas y doce policías, murieron en la Amazonía mientras otras 30 personas resultaron heridas, como consecuencia de la acción de la Policía peruana frente a miles de nativos que se mantienen en pie de lucha para protesta por una serie de decretos del Gobierno de Lima que consideran contrarios a sus derechos territoriales y sociales, lo que les ha llevado a bloquear carreteras, según informó Telesur en su página web.

El colaborador de Telesur en Baguas (al norte de Perú), Jeinner Cubas, informó de que aproximadamente a las seis de la mañana los cuerpos de seguridad iniciaron un proceso de desalojo de los manifestantes que bloqueaban las carreteras.

Cubas, además, precisó que 31 indígenas están heridos y permanecen en el Hospital Central de Baguas y cinco mestizos, entre los que se cuenta una niña menos de edad, fueron también heridos.

El apu (líder indígena) Servando Puerta precisó que los fallecidos presentaban impactos de bala, principalmente en la zona del tórax, y reponsabilizó de los disparos a la Policía. Junto a ello, señaló que helicópteros lanzaron bombas lacrimógenas contra los manifestantes.

La crisis de las protestas indígenas se agravó ayer debido a que la víspera el Pleno del Congreso peruano aplazó el debate sobre el decreto 1090, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, que forma parte de una decena de leyes cuya derogación exigen los indígenas.

El Gobierno peruano ha declarado cinco regiones en emergencia debido a las protestas.

Investigación internacional

Por otra parte, la principal asociación indígena amazónica de Perú pidió una investigación internacional que esclarezca los hechos. En una reunión con periodistas extranjeros en Lima, el presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Amazonía Peruana (Aidesep), Alberto Pizango, acusó al Gobierno de Alan García de «ordenar el genocidio».

«Nos están disparando balas como si fuéramos delincuentes o animales», dijo Pizango, quien añadió que se ha emitido una orden de captura contra él y varios dirigentes de Aidesep, aunque las autoridades peruanas no lo confirmaron.

Según Aidesep, unos 5.000 nativos que bloqueaban una carretera amazónica en el punto llamado Reposo (provincia de Bagua) fueron desalojados con armas de fuego disparadas desde helicópteros y desde tierra.

Fuentes policiales informaron, por su parte, de que al menos hay siete agentes muertos por armas de fuego supuestamente disparadas por los indígenas.

El bloqueo de las carreteras por parte de los indígenas provocó la paralización total de la producción de una factoría de la petrolera Pluspetrol «ante la falta de capacidad de almacenamiento y la imposibilidad de transportar petróleo por el Oleoducto Nor Peruano».

La empresa advirtió, antes de la intervención policial, de que esta medida «llevará a la suspensión de regalías y producirá graves consecuencias al Estado, a la región Loreto, a las comunidades nativas y a los pobladores de la región».

El director de la Policía Nacional, José Sánchez Farfán, informó de que 639 agentes participaron en el operativo contra los indígenas, según declaró a la emisora local CPN.