Igorre vivió ayer un txupinazo marcado por la intromisión de los tribunales españoles en el programa festivo. La comisión de fiestas se vio obligada a anular la lectura del pregón después de que un juzgado de Bilbo decretara la suspensión cautelar del nombramiento del ex preso político vasco Guillermo, Txiki, Marañón como pregonero de las fiestas de San Antonio.

El grupo municipal del PNV encendió la mecha haciendo público un comunicado en el que denunciaba esa situación. En menos de 24 horas el delegado del Gobierno español en la CAV, Mikel Cabieces, se aferraba al comunicado para iniciar los trámites judiciales contra la decisión adoptada por una comisión de fiestas del pueblo. PP y PSE se sumaron luego a la campaña de criminalización apuntando hacia el Ayuntamiento gobernado por la izquierda abertzale.

Una localidad vizcaina tranquila, que no supera los 5.000 habitantes, era lanzada a los pies de la Brunete mediática y obligada a modificar sus fiestas ante las amenazas de represalias. Ayer, a pesar de que se había anunciado la supresión del pregón, una decena de periodistas se presentaron cámara en mano para captar lo que sucediera. La Policía española instalaba también un control a la entrada de la localidad para vigilar la hora del txupinazo.

Los vecinos de Igorre miraban atónitos la estampa. Cuadrillas de jóvenes y niños con sus camisetas de colores esperaban el inicio oficial de unas fiestas que ya habían arrancado al mediodía con una comida popular.

Se respiraba un ambiente enrarecido. El batzoki había sido pintado la madrugada anterior con pintura roja y amarilla y se temía que la Ertzaintza apareciera. Sin embargo, el momento tan esperado por los medios de comunicación, llegaba sin previo aviso. A las 19.00, en punto, un simple txupin servía para inaugurar las txosnas. Pasó totalmente desapercibido y todos los periodistas se marcharon sin tomar imágenes. Al parecer, no había titulares para abrir periódicos ni informativos.

Un cielo gris oscuro amenazaba lluvia, pero aguantó lo suficiente para dar paso a la Larrain Dantza. Ajeno a la tensión de los últimos días, el joven alcalde de Igorre, Galder Olibares, también se sumaba al baile.

Las fiestas siguen

Por encima de polémicas mediáticas y amenazas de los tribunales, las fiestas de Igorre se prolongarán hasta el 14 de junio. Hoy al mediodía celebrarán un concurso de paellas y por la tarde habrá un campeonato de rugby, olimpiadas entre cuadrillas y jóvenes, y la actuación de la escuela de música de Arratia.

La jornada finalizará con los conciertos de Disasters y Lehendakaris Muertos y una romería con Tximeleta.