Una manifestación exigirá respuestas sobre Jon Anza el sábado en Donostia
«¿Dónde está Jon? ¿Qué ha pasado con él?». Estas dos preguntas siguen flotando en el aire. Vecinos de Intxaurrondo y allegados de Jon Anza las sacarán a la calle el próximo sábado en Donostia, en una manifestación nacional. Ayer pusieron de manifiesto su «rabia y vergüenza» por la inacción de los partidos políticos y de los medios que ni siquieran han considerado noticia esta desaparición. Y reiteraron que todos los indicios apuntan a la guerra sucia.Ramón SOLA |
Los familiares y amigos de Jon Anza y los vecinos de su barrio, Intxaurrondo, no están dispuestos a quedarse cruzados de brazos ante su desaparición. Cuando estarán a punto de cumplirse dos meses desde que se vio por última vez al militante de ETA, el próximo sábado en Donostia se lanzará la voz de alarma frente a una situación que se mantiene sin novedad mientras pasan semanas y semanas.
Según explicaron ayer en Donostia -con Itziar Galardi y Bittor Valderrama como portavoces-, esta manifestación que partirá a las 17.30 desde el Boulevard quiere lanzar dos preguntas: «¿Dónde está Jon? ¿Qué ha pasado con él?». Y recalcaron que existen indicios suficientes para apuntar a la guerra sucia.
El cartel anunciador de la manifestación, en tonos muy oscuros, intercala imágenes de los antecedentes de esta práctica en Euskal Herria. Los comparecientes desgranaron nombres como los de «Muguruza y Brouard, Lasa y Zabala, Geresta y Basajaun». En un recorrido cronológico, citaron también «al GAL, Galindo, Miterrand, Felipe González, Rubalcaba, Jáuregui, Zapatero, Sarkozy, Alliot-Marie y, de nuevo, Rubalcaba y Jáuregui».
Subrayaron que esta desaparición «no es fruto de la casualidad», dado que ahí está el acelerón represivo conjunto de los gobiernos de Madrid y París o lo ocurrido recientemente con el refugiado Juan Mari Mujika o con el ex preso Lander Fernández. Dejaron caer que hay más casos similares que no han trascendido a la luz pública. Y concluyeron que «todo apunta a que la guerra sucia del siglo XXI» está detrás de la desaparición del militante donostiarra.
Dado el lugar en que ésta se produjo, exigen responsabilidades en primer lugar al Estado francés, de quien recuerdan su implicación en la guerra sucia en los años 80. «Le corresponde al Gobierno francés clarificar qué ha sucedido, encontrar a Jon y dar las explicaciones necesarias», indicaron.
Partidos y medios
Pero acto seguido señalaron muy directamente a los partidos vascos, y lo hicieron con «rabia» por la pasividad mostrada en este dramático caso. Les reprocharon que hayan hecho campaña electoral sin aludir en ningún momento a Anza. «Nadie ha tenido la valentía de decir nada», censuraron, con rostros de intensa preocupación.
Galardi y Valderrama acusaron de «hipocresía» a estos partidos y apuntaron que con su actitud ponen de manifiesto «cuál es su concepto de los derechos humanos».
Su crítica se hizo extensiva a los medios de difusión, aunque matizaron que el tratamiento del tema en los mismos «no nos ha extrañado».
Al respecto, detallaron que se ha probado de nuevo que para los grandes medios «hay ciudadanos de primera y de segunda, y hay también noticias de primera y de segunda. En muchos medios, la situación de Jon Anza ni siquiera ha llegado a ser noticia», recordaron.
Su aspiración ahora es llenar las calles de Donostia el sábado y conseguir que esa manifestación suponga un aldabonazo para seguir en su búsqueda, además de un respaldo a la familia. Un sentido «Gora Jon!» lanzado por Bittor Valderrama cerró la comparecencia.
Tras la denuncia, los vecinos de Anza remarcaron también el agradecimiento por el apoyo a la familia y la implicación en la búsqueda, y recalcaron que «en adelante será necesaria también». La manifestación será un jalón en este sentido.
El movimiento pro-amnistía dio a conocer ayer otro caso con tintes siniestros: una persona fue detenida en Zizur en días pasados por la Policía española bajo una acusación supuestamente relacionada con la huelga general, de lo que no hubo constancia oficial. Una vez en los calabozos, le indicaron que en realidad no tenían gran cosa que imputarle por el 21-M, pero sí otras acusaciones que guardaban «en la nevera» y que le llevarían a la Audiencia Nacional. Tras ello, se afirma que añadieron que «si colaboraba, mantendrían esas acusaciones en la nevera». Posteriormente, esta persona fue llevada al juez y quedó libre de la imputación de «desórdenes públicos». Había pasado un día en los calabozos, donde se afirma que le taparon los ojos y que sufrió golpes en la cabeza.