Sebastian Vettel confirmó en Estambul que es prácticamente el único piloto capaz de poner en entredicho la hegemonía de los Brawn, que amenaza con soporizar hasta el infinito y más allá la temporada de Fórmula Uno.

El piloto de Red Bull, al menos, ya ha conseguido en el Gran Premio de Turquía que se disputa hoy, su segunda pole del año, arrebatada a Jenson Button en el último segundo de la calificación. Ahora le toca lo más difícil, repetir el triunfo que ya consiguió en China, donde también encabezó la parrilla -el único, junto a Jarno Trulli, que ha apeado al líder del campeonato de la pole en lo que va de año-. El alemán se aferra a los precedentes. «La pole es siempre importantísima. Se lo podéis preguntar a este hombre que tengo a la derecha -bromeaba, señalando a Button-. Es quien más poles ha conseguido esta temporada y también quien más carreras ha ganado», destacó, recordando igualmente que en el Gran Premio de Turquía sólo ha sido capaz de ganar quien ha partido desde el primer puesto de la parrilla.

Más importante será el hecho de que su Red Bull pueda salir más descargado que los Brawn, con lo que intentará abrir hueco en la primera parte de la carrera. La caza le corresponde esta vez a Vettel, segundo en la parrilla, pero también a Barrichello, tercero, que advierte de que no se limitará a guardar las espaldas del líder. «Quiero tanto a Jenson como amigo, como le detesto como piloto -aseguró el brasileño-. La gente puede pensar que como fui segundo con Schumacher, también seré segundo con él. Pero voy a competir porque quiero ganar. Y espero empezar a hacerlo a partir de este Gran Premio».

Una prueba en la que la peor parte entre los grandes, de momento, se la lleva McLaren-Mercedes. Heikki Kovalainen partirá desde la 14ª plaza y Lewis Hamilton, que ni siquiera pasó de la Q1, desde la 16ª.