Cuatro días después de consumarse la escisión en Eusko Alkartasuna, una veintena de cargos institucionales en diferentes administraciones -incluidos representantes de Nafarroa Bai- quisieron reiterar en Gasteiz su compromiso con un proyecto «nacional, abertzale e independentista».

En la sede de EA de la capital alavesa mantuvieron una reunión, entre otros, el actual máximo mandatario provisional del partido, Koldo Amezketa, concejales de Gasteiz, Iruñea y Donostia, y parlamentarios en Gasteiz e Iruñea. Luego hicieron público un manifiesto en el que afirman que el proyecto del partido «ha sabido combinar con eficacia y acierto la aspiración a configurar una república vasca en Europa con las oportunidades que cada coyuntura ofrecía para dar pasos en ese objetivo».

Así las cosas, se ratifican en principios sostenidos desde 1986, «de radicalidad y compromiso en la defensa de los derechos humanos y, por tanto, de denuncia y condena de cualquier vulneración», así como «de defensa nítida del derecho de autodeterminación de nuestro pueblo».

Sin batalla por los cargos

A preguntas de los periodistas, Amezketa concretó que su partido «no va a hacer batalla» por los cargos públicos que se niegan a entregar los miembros de la nueva forma- ción Alkarbide.

Sí se dirigió a los demás partidos para pedirles que cumplan los compromisos contra el transfuguismo y no se apoyen en estos puestos, dado que «son del partido», en expresión de Koldo Amezketa. Los miembros de Alkarbide sostienen que les corresponden a ellos porque son los que los consiguieron y argumentan que ya antes de las elecciones correspondientes tuvieron un discurso diferente al de la dirección.

Amezketa negó que sea el sector oficial el que se apartara de sus criterios tradicionales, y lo tachó de «tergiversación para justificarse».