El Hatortxu Rock celebra sus diez años a lo grande. Iruñea se ha quedado pequeña para la ambición de sus organizadores, que llevan un mes montando un conglomerado de cinco áreas en Lakuntza, en las faldas del monte Beriain, que recuerda por sus dimensiones a todo un Nafarroa Oinez. Han reunido un cartel con más de 65 grupos que se han solidarizado con los presos. Probablemente se trate del festival popular de mayor envergadura emprendido por voluntarios en Hego Euskal Herria en los últimos años y puede pasar mucho tiempo antes de que se vea algo similar. Endika Alonso, uno de los responsables del evento, lo tiene claro: «Todo el que venga lo va a recordar durante muchos años, y quien no se decida a venir es más que posible que se arrepienta».

¿Qué sentido tiene una iniciativa como el Hatortxu Rock?

Comenzamos con el primer festival con un lema muy claro: «Hator, hator neska-mutil etxera». Éramos gente relacionada con la música que queríamos aportar nuestro granito de arena a todas las iniciativas que se llevan a cabo en favor de los presos, por eso nos decidimos por un festival de música. El lema del «Hator, hator» nos ha acompañado siempre y hemos visto que, año tras año, las razones para hacer estos conciertos no desaparecen, sino que son mayores. La situación nos obliga a hacer un esfuerzo mayor porque el balance represivo es más grande que nunca: 738 presos políticos, «doctrina Parot», ocho presos con más de 25 años en la cárcel, siete encarcelados con enfermedades graves...

¿Es una necesidad o se celebran diez años de iniciativa?

Las dos cosas van unidas. Hacer diez hatortxus, una iniciativa popular, con estas connotaciones y en las condiciones políticas que vive Nafarroa es un triunfo. Pero el verdadero motivo es la aportación que hacemos para intentar paliar los gastos millonarios que genera la dispersión y la política carcelaria. Debemos crear una muralla de solidaridad que haga de paraguas ante la represión.

¿De dónde ha salido gente suficiente como para sacar adelante un proyecto tan inmenso como el Hatortxu 10?

Hatortxu tiene la capacidad de aunar dos cosas en una: solidaridad y pasión por la música. Todos los trabajadores son voluntarios. Gente de todos los he- rrialdes ha acudido Lakuntza a arrimar el hombro. Hace poco Natxo, de Koma, utilizó una frase que me gustó: «El Hatortxu es especial porque es un festival creado por el pueblo y para el pueblo». No tenemos promotoras, ni multinacionales, ni grandes marcas detrás. Surge del pueblo, para el pueblo y con un fin solidario que lo inunda todo. Tenemos gente trabajando en mil ámbitos. Hay un equipo que se dedica a vídeo; otro grupo, a fotos, a prensa... Ningún grupo cobra, sólo se le abonan los gastos del desplazamiento. También quiero destacar el apoyo que hemos recibido de los vecinos de Lakuntza. Elegimos el pueblo porque sabíamos que nos iban a respaldar y porque está bien comunicado, pero la verdad es que todos se han volcado de forma espectacular durante este mes. En Euskal Herria ha existido siempre esta solidaridad y siempre existirá.

¿Volverá a repetirse una cita como ésta?

Aunque no nos gusta decir que va a ser histórico, sí que creemos que en Euskal Herria hace muchos años que no se monta una iniciativa popular de este calibre. Esperamos a miles de personas, nos quedan pocas entradas y las vamos a retirar en breve de muchos puntos de venta, pero animo a la gente a que acuda a taquilla. Hay sitio para todos. Nuestro objetivo ahora es que todo esté a la perfección para que no les falte de nada.