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A un paso del descenso

¿Y si los milagros existen y además tienden a repetirse?

El Glorioso despide una nefasta temporada en Mendizorrotza en un partido para mantener vivo un halo de ilusión o certificar su descenso a Segunda B.

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ALAVÉS-ALICANTE

Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

Si hasta The Ramones cantaban en su hit -»I believe in miracles»- que creen en los milagros-, ¿por qué los aficionados albiazules, que en apenas diez años han vivido sensaciones tan dispares no van a creer en su existencia y en que pueden repetirse justo un año después?

Aunque haya estado más barata que nunca, la salvación albiazul está hoy por hoy lejos de cualquier raciocinio, pero salvo el Consejo de Administración, que debe afinar el plan B, la obligación de todo albiazul que hoy acuda a Mendizorrotza es la de aferrarse a ese clavo ardiendo que aguanta al equipo en Segunda. Agotado el resto de argumentos, ya sólo queda creer, creer en una plantilla que ha defraudado pero que debe ser capaz de vencer a uno de los tres equipos que ha demostrado ser peor que ellos y creer en que los viejos conocidos que militan en el Rayo Vallecano puedan echar una mano venciendo en Las Palmas de Gran Canaria a una Unión Deportiva a la que la presión puede pasar una mala pasada, a pesar de que tiene en su mano poder dejar de sufrir.

Cinco bajas

Como ha venido siendo una constante durante toda la temporada, el Deportivo Alavés deberá hacer frente a un buen número de bajas, hasta cinco, con especial incidencia en defensa, en otra final por la supervivencia. Kalderon, Almirón, Natxo Garro y Juanjo por tarjetas, y Cuevas por lesión, además de Fagoaga, son los jugadores con los que no podrá contar Javi López en el partido ante el Alicante, lo que le ha obligado a convocar a todos los jugadores disponibles. Mateo, Cabrera, Dani Castellanos, Raúl Sánchez y De lucas compondrán un banquillo de jugadores que apenas han contado en este final de temporada, una imagen que puede demostrar muy gráficamente uno de los grandes problemas de esta temporada.

La recomposición de la defensa titular para esta tarde obligará a probar soluciones de urgencia y novedosas como colocar al zurdo Raúl Llorente en banda derecha para cubrir la baja de Kalderon, con Pablo Casar como pareja de Cesar y la vuelta de Albacar al carril izquierdo tras cumplir su sanción.

Afortunadamente, tanto Garitano como Igor Martínez han superado los problemas físicos que han arrastrado entre semana y podrán ser titulares. El de Derio hará de pivote junto a Astudillo o Cabrera, una de las pocas dudas que ofrece el once inicial, mientras que el gasteiztarra formará tripleta ofensiva con Óscar De Marcos y un Emilio que adelantará su posición para hacer de media punta por detrás de Javi Guerra, único delantero centro.

El Alicante, ya descendido matemáticamente desde hace dos jornadas, visita por primera vez el estadio Mendizorrotza y recupera a muchos de los futbolistas que la pasada semana no pudieron jugar frente al Hércules por sanción o lesión, pero el técnico José Carlos Granero volverá a contar con los cuatro futbolistas del filial de Tercera que ya hizo jugar en la última jornada.

 

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