Ayer hizo una semana desde que Maria Jesús Lastra se vio en la calle, y no tiene duda de que ha sido despedida por su condición de transexual. Fue la misma implicada, acompañada de Amets Martinez, miembro de EHGAM, quien relató los hechos en rueda de prensa. Después de realizar la correspondiente entrevista de trabajo, Maria Jesús fue contratada en una bocatería, pero a las pocas horas «el responsable del establecimiento se dio cuenta de que era transexual» y la despidió.

Alegó para ello que «al ser transexual y encontrarse el local en una zona de salir en la que hay jóvenes borrachos, podría sufrir una agresión», según narró Lastra. Para EHGAM, en cambio, «fue una disculpa muy pobre para tapar su agresión transfóbica».

Recordaron que las personas transexuales se topan cada día con un sinfín de dificultades a la hora de encontrar un puesto de trabajo, al tener que enfrentarse a «los prejuicios sociales de la patronal», según resumió Martínez. «No dudamos en calificar estos actos de terrorismo heteropatronal» concluyó.

«Boicot» a la bocatería

Además de denunciar públicamente lo sucedido, los colectivos 7 menos 20 y EHGAM llamaron al «boicot» de este estable- cimiento y a difundir «lo más posible» este mensaje. Ayer mismo también tenían previsto realizaron una concentración a las 20.30 en frente del local.

De igual modo, solicitaron una legislación que, basándose en una estrategia de discriminación positiva, «sirva para que las personas transexuales tengan acceso al mundo de trabajo y no se vean abocadas a una situación de precariedad laboral y precariedad social».

Por último, consideraron que la transexualidad es un tema que debe abordarse «con urgencia», en cuanto que afecta a un una parte de la sociedad y resulta todavía «totalmente desconocido, muy discriminado y estigmatizado».