El embajador de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en Argel, Brahim Ghali, calificó de «grave provocación» que Marruecos haya extendido a los territorios saharauis las elecciones municipales, cuya participación se situó en el 30%.

«Estas elecciones constituyen una amenaza para la seguridad y estabilidad de la región y una flagrante violación» de las cartas de la ONU.

«Con la asociación de los territorios ocupados a las elecciones locales, Marruecos quiere tensionar la situación», consideró.

Asimismo, denunció que con su «silencio», la ONU muestra «una complicidad implícita inaceptable para la lógica internacional».

Advirtió de que la paciencia del pueblo saharaui «está al borde de la línea roja».