Las autoridades brasileñas admitieron que será «casi imposible» recuperar los cadáveres de las 228 personas que viajaban en el Airbus A330-220 que cayó al Atlántico. El brigadier Ramón Cardoso, jefe del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la Fuerza Aérea Brasileña, reconoció que el rescate de todos los cuerpos es «una hipótesis muy remota».

Hasta el miércoles habían sido recuperados 41 cadáveres. Ayer, navíos franceses avistaron otros, aunque Cardoso no pudo precisar cuántos ni si había posibilidades reales de rescatarlos.

La probabilidad de hallar las cajas negras, que pueden explicar lo que sucedió en el avión antes de su caída, parece estar sujeta a lo que pueda hacer el submarino nuclear francés Émeraude.