Detienen en Barajas a Lander Fernández, días después de denunciar acoso policial
Tras ser víctima de seguimientos, negarse insistentemente a peticiones de colaboración, sufrir una paliza por parte de la Ertzaintza y denunciarlo públicamente, el ex preso Lander Fernández fue arrestado ayer en Madrid por la Policía española por una orden emitida por la Ertzaintza. Volvía de viaje con dos amigos, que fueron retenidos en el aeropuerto y en el peaje de Laudio a punta de pistola.
Oihana LLORENTE |
Lander Fernández, ex preso político vasco que ha denunciado recientemente haber sido secuestrado y golpeado por ertzainas de paisano tras rechazar «colaborar» con las FSE, fue detenido ayer en el aeropuerto madrileño de Barajas en base a una orden emitida por la Ertzaintza.
El joven de Santutxu volvía de Venezuela con dos amigos a los que retuvieron por más de dos horas en el aeropuerto y a su llegada a Euskal Herria fueron parados por la Policía española en un control en el peaje de Laudio. Vecinos de Santutxu relataron a GARA que los agentes mantuvieron a los dos jóvenes en el suelo y encañonados durante más de una hora y media, haciéndoles preguntas en torno a Fernández y sobre lo que habían hecho estos días en Venezuela; precisaron, además, que el tipo de preguntas que les hicieron les hace sospechar que han sido vigilados en el país sudamericano.
La retención de los amigos de Fernández al parecer fue espectacular ya que más de una persona llamó a este diaro alertando de «una detención».
Fernández fue arrestado, según apuntó el movimiento pro-amnistía, por agentes de paisano, que pertenecerían a la Policía española. En la nota emitida indican que no se encuentra en situación de incomunicación y anunciaron que será hoy por la mañana cuando lo trasladen a la Audiencia Nacional española.
La información difundida por las agencias indicaban que la detención se basaba en una investigación desarrollada por la Policía autonómica sobre actos de kale borroka realizados en Bilbo hace casi una decada, en 2000 y 2001. Cabe recordar que Fernández fue apresado en noviembre de 2003 en el Estado francés, donde cumplió condena hasta el pasado año.
Este represaliado político vasco compareció ante la prensa el 28 de mayo para animar a plantar cara a nuevos casos de acoso policial y detallaba el secuestro y la agresión que había sufrido escasos días antes. Como precisaron a GARA allegados del ex preso, Fernández partió de viaje a Venezuela, junto con dos amigos, tan sólo un día después de la rueda de prensa. Los tres amigos volvían ayer de Venezuela y hacían escala en el aeropuerto madrileño de Barajas donde fue detenido Fernández.
El movimiento pro amnistía vinculó esta detención con la actitud activa mostrada por el joven, que se negó insistentemente a colaborar con las FSE y denunció públicamente las presiones sufridas; «por eso lo detienen», denunció, y exigió su inmediata puesta en libertad.
Cerca de un centenar de vecinos se reunieron ayer en asamblea para denunciar estos hechos y han convocado una manifestación para esta tarde.
Fernández requirió incluso de asistencia sanitaria después de que cuatro personas sin uniforme oficial pero identificados como ertzainas le propinasen golpes por todo el cuerpo tras ser abordado el pasado 27 de mayo. El parte médico precisaba entonces lesiones en el «codo derecho, en la espinilla de la pierna derecha y una marca debajo del ojo derecho».
Los hechos, además de hacerse públicos mediante la rueda de prensa que dio el propio Fernández, han sido denunciados en el Juzgado de Bilbo. En esta denuncia consta que el 19 de mayo sufrió un episodio similar cuando fue secuestrado durante media hora para amenazarle y pedirle que colaborase con las FSE. El ex preso político denunció que «le metieron en un coche, conducido por una tercera persona y circularon un trayecto de unos cinco minutos, parando en un descampado». Allí, según prosigue la denuncia, los policías de paisano lo amenazaron y le pidieron que colaborase con ellos. Ese lapso tiempo en el que lo mantuvieron secuestrado se prolongó durante al menos una media hora.
El vecino de Santutxu situó los secuestros y la paliza como colofón a un seguimiento «asfixiante». En este sentido, el ex prisionero político animó a las personas que sufren algún tipo de acoso policial a denunciarlo públicamente. «Hay que hacerles frente. No es fácil, pero se puede hacer», afirmaba en la rueda de prensa.
Los seis vascos detenidos el sábado en torno al supuesto plan de fuga de la cárcel de Huelva continúan arrestados sin que se conozca dato alguno sobre su situación. Al menos, el abogado Iñaki Goioaga y las jóvenes Inge Urrutia y Ana Paz están incomunicadas a manos de la Guardia Civil.
Los otros tres «detenidos» son los presos políticos Arkaitz Goikoetxea, Gorka García e Igor Solana. La situación legal que viven estos tres presos es totalmente desconocida y no se conoce ni su paradero. En el caso de García, el único que se encontraba en la prisión de Huelva, se apunta que podría haber sido trasladado el mismo sábado a Madrid. Lo que se conoce es que los tres presos políticos habrían sido interrogados y sus celdas registradas de arriba abajo.
El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, se refirió ayer a este operativo contra presos, familiares y abogados sin que diera dato alguno sobre la situación de las personas arrestadas. Ante los medios, propagó que este supuesto plan de fuga de ETA «intentaba elevar la moral de su tropa».
El movimiento pro amnistía ha denunciado este operativo además de alertar sobre el riesgo que corren los detenidos de sufrir torturas. Calificaron esta operación como «muestra del hambre represivo» del Gobierno español y quisieron acentuar que son las personas que arropan y apoyan al Colectivo de Presos Políticos vascos, como familiares y abogados, el «verdadero objetivo» de este operativo policial.
Tanto en Algorta, de donde son Urrutia, García y Goikoetxea, como en el barrio bilbaino de Santutxu, de donde son Paz y Goioaga, las movilizaciones en denuncia por estos arrestos no cesan. En la tarde de hoy también habrá manifestaciones en Algorta, Sestao y Santutxu.
GARA