Los representantes del sector de todo el Cantábrico noroeste acordaron ayer establecer un cupo de descarga diaria de 1.000 kilos para el próximo semestre en previsión de que la Unión Europea decida reabrir la pesquería de la anchoa. Dentro de unas semanas el Consejo Europeo decidirá sobre el futuro inmediato de la pesquería. Para ello se basará en los informes de los Estados español y francés y consultará a ambos países. Ayer el informe de AZTI reveló una recuperación de la biomasa de la anchoa hasta las 28.000 toneladas, aún por debajo «del límite de precaución» de 33.000 toneladas que permitiría abrir los caladeros. El presidente de la Federación de Cofradías de Bizkaia, Iñaki Zabaleta, aseguró que los arrantzales son partidarios de reabrir la pesquería de la anchoa con un TAC (Total Admisible de Capturas) de 7.000 toneladas. «No sabemos cuántos años tendremos que esperar para que la biomasa llegue a las 33.000 toneladas de referencia y la idea sería recuperarlo poco a poco, gestionando año a año» añadió. A su juicio, el largo espacio de tiempo que la anchoa está necesitando para su recuperación coloca a los pescadores en la disyuntiva de «recuperar la anchoa o perder la flota» y lo adecuado sería «recuperar la especie poco a poco, intentando mantener la flota». El Consejo Internacional para la Exploración del Mar presentará el día 26 el informe que determinará la decisión de Bruselas.