Obama anuncia la mayor reforma en siete décadas
«Una reforma radical del sistema de regulación financiero, una transformación a una escala no vista desde las reformas que siguieron a la Gran Depresión». Barack Obama calificó de este modo un plan con el que pretende restaurar la confianza en el sistema financiero de su país.GARA |
La Casa Blanca anunció ayer una reforma financiera con la que busca restaurar la confianza en el sistema financiero estadounidense y prevenir una nueva crisis como la actual, que el presidente, Barack Obama, atribuyó a la «cultura de la irresponsabilidad» existente en Wall Street y Washington. «Mi Gobierno propone hoy una reforma radical del sistema de regulación financiero, una transformación a una escala no vista desde las reformas que siguieron a la Gran Depresión», explicó.
Obama culpó de la crisis a la falta de estructuras adecuadas para prevenir los abusos y los excesos del mercado, en una declaración oficial.
«Sabemos que esta recesión no es el resultado de un fracaso, sino de muchos, y muchos de los difíciles desafíos que afrontamos son producto de una cascada de errores y oportunidades perdidas durante el curso de varias décadas», afirmó, añadiendo que «esto no fue simplemente un fallo de los individuos, fue un fallo de todo el sistema».
«Cuidadoso equilibrio»
Obama, que se reunió con el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, señaló, eso sí, que el plan persigue «un cuidadoso equilibrio», y dejó claro que el libre mercado «seguirá siendo el motor del progreso estadounidense».
En este sentido, el presidente consideró que el papel del Estado no es el de reprimir a los mercados, «sino el dar rienda suelta a su creatividad».
El plan otorga competencias adicionales a la Reserva Federal para la supervisión del sistema financiero y creará también una nueva agencia para la protección de los consumidores. Asimismo, requerirá que todas las firmas financieras que supongan un riesgo significativo para el sistema estén sujetas a una gran supervisión y regulación. La reforma aboga también por una mayor disciplina y transparencia en los mercados y de cooperación adicional a nivel internacional en el sector financiero.