La comparecencia ante los medios del director general de Comunicación del Gobierno navarro, Joaquín Ortigosa, confirmó ayer que el Ejecutivo de Miguel Sanz va en serio en su ofensiva para silenciar a las emisoras euskaldunes. El requerimiento contra Euskalerria Irratia para que deje de emitir desde Erreniega afecta también, curiosamente, a Euskadi Irratia y a Radio Euskadi, además de a una cuarta: Radio María.

El anuncio de la comparecencia urgente de Ortigosa, después de que la noticia saltara a los medios, hizo pensar que el Gobierno navarro quizás ofreciera alguna solución a estas radios. Pero fue todo lo contrario. El director general les acusó de ser «reincidentes», aludió a su situación de alegalidad y remarcó que «el Gobierno actuará» si no dejan de emitir desde Erreniega o no cambian de frecuencia. Se escuda en que distorsionan las comunicaciones del aeropuerto de Noain, algo que Euskalerria Irratia niega tajantemente.

Tras esta argumentación, la rueda de prensa se convirtió en un rifirrafe continuo entre periodistas y Ortigosa. Se le planteó, entre otras cosas, si al Gobierno de Miguel Sanz no le preocupa dejar a los euskaldunes de Iruñerria sin emisora alguna. Se le recordó también que el motivo de que Euskalerria Irratia sea alegal tras 21 años en antena estriba en las sucesivas irregularidades en los concursos. Pero Joaquín Ortigosa no movió su posición, y la única opción que ofreció es que estas radios sigan concurriendo a futuras convocatorias que ni siquiera tienen fecha.

No sólo Euskalerria Irratia se siente discriminada de modo flagrante por esta situación. El responsable de EITB en Nafarroa, Mikel Donazar, reveló ayer que la empresa solicitó en enero de 2008 reubicar la antena de Erreniega en el monte Ezkaba, sin obtener respuesta hasta el momento. Todas estas trabas son habituales, pero nunca se había producido una amenaza de cierre tan real como ahora, aunque Ortigosa recordara ayer en varias ocasiones que el Ejecutivo navarro nunca ha clausurado emisora alguna. «Porque no tiene competencias», le replicó el director de Euskalerria Irratia, Mikel Bujanda.

«Excusas»

Nafarroa Bai, la izquierda abertzale, IUN o el sindicato ELA denunciaron con contundencia este caso. Para la coalición, el Go- bierno navarro «se escuda en una excusa». La izquierda abertzale se solidariza con los trabajadores de Euskalerria Irratia y habla de «obsesiva política de acoso al euskara» que hace obligado «un trabajo en común para garantizar el futuro de nuestra lengua». ELA, por su parte, reivindica que «se garantice la pluralidad informativa», igual que hace IUN.

A nadie se le pasa desapercibido, además, que el nuevo lehendakari, Patxi López, cursa visita el sábado a Miguel Sanz en una reunión destinada a escenificar que ambos ejecutivos recuperan una buena sintonía.