El Líder Supremo iraní, Ali Jamenei, pidió nuevamente unidad para superar la profunda crisis política que vive el país. Tras reunirse con representantes de los cuatro aspirantes a la Presidencia, del Consejo de Guardianes y del Ministerio de Interior, denunció que «algunas personas están en contra de la unidad de la nación iraní y la solidaridad del sistema islámico».

«Esos actos, ese vandalismo y algunos crímenes que se han cometido no están relacionados con los partidarios de los candidatos sino con perturbadores de la paz», incidió.

Aseguró que todos los ex candidatos están apoyando los principios de la República Islámica y la paz, y consideró que los comicios no deberían ser motivo de división.

Sobre el recuento de votos, insistió en que debe hacerse en presencia de delegados de los candidatos. «Quienes se encargan de supervisar las elecciones son siempre personas dignas de confianza, pero esto no debe impedir una investigación sobre posibles problemas y para aclarar la verdad», manifestó.

Pese a no contar con autorización, miles de seguidores de Musavi volvieron a ocupar las calles de Teherán al grito de «¿Dónde está mi voto?», la pregunta más coreada desde que se difundieran los resultados oficiales de las elecciones presidenciales, que dieron una aplastante mayoría a Mahmud Ahmadineyad frente al ex primer ministro Mir-Hussein Musavi.

Por su parte, el Ministerio de Inteligencia informó que «ha identificado y arrestado a varios de los elementos y agentes principales que están tras los actos de vandalismo. Su portavoz, Gholam Hosein Mohseni Ejei, alegó que tienen la responsabilidad de detener y procesar a «los miembros de algunos grupos que se introducen en manifestaciones e intentan causar caos y disturbios».

Entre los detenidos estarían el profesor de Sociología en la Universidad de Teherán y miembro de la campaña electoral de Musavi, Hamid Reza Jalaipur, y el economista y analista político Said Laylaz. Desde el pasado sábado, varios periodistas y personas próximas a Musavi han sido detenidas y, posteriormente, puestas en libertad, en la mayoría de los casos.

El portavoz del Parlamento, Mehdi Koohkan, anunció que la Cámara «tiene intención de investigar los recientes acontecimientos y presentar sus conclusiones a la luz pública».

En la línea de lo expresado por otros dirigentes iraníes, sostuvo que «las protestas deben ser organizadas dentro de un marco legal, con la consecuente autorización. En los últimos tres días, las manifestaciones masivas han desencadenado caos con unos pocos enfrentándose a la Policía, incendiando lugares y rompiendo ventanas».

La Guardia Revolucionaria advirtió que emprenderá acciones legales contra las páginas webs que inciten a protestas. En un comunicado difundido por la agencia estatal IRNA, acusó a empresas estadounidenses y canadienses, así como a las agencias de inteligencia de EEUU de «financiar y apoyar técnicamente» estas páginas.

«Muy pronto informaremos a la opinión pública de los detalles de estas redes destructivas de internet y advertiremos a la gente que quiere utilizar el ciberespacio para incitar las protestas, amenazar a personas y generar rumores que se iniciarán acciones legales contra ellos y que la multa que pagarán es muy dura», remarcó.

El Ministerio de Exteriores subrayó que «cientos» de periodistas fueron acreditados para cubrir los comicios «como un signo de total transparencia. Sin embargo, ciertos países han apoyado las manifestaciones ilegales y los disturbios de unos cuantos oportunistas».

Musavi ha convocado para hoy una jornada de duelo en recuerdos a los manifestantes muertos.