Un policía griego del servicio «antiterrorista» murió ayer tras ser tiroteado por desconocidos en un suburbio de Atenas.

El agente Nektarios Savas, que se encontraba en un coche, recibió disparos de armas automáticas mientras vigilaba el domicilio de un testigo en un caso de «terrorismo».

Savas recibió el impacto de una quincena de balas disparadas por tres desconocidos que circulaban en moto. Fue trasladado a un hospital donde, minutos después, los médicos certificaron su muerte.

El examen balístico apunta al grupo Secta de los Revolucionarios como probable autor del atentado. En el lugar de los hechos se recogieron 24 casquillos de nueve milímetros, que es la munición que habitualmente emplea este grupo, según indicó el portavoz de la Policía, Panayotis Stathis.

Secta de los Revolucionarios nació el 5 de febrero con el ametrallamiento de la comisaría de Korydallos, al este de la capital, con el objetivo, según señalaron en la reivindicación, de matar a los agentes que estaban dentro. En ese comunicado, Secta de los Revolucionarios anunciaba que llevaría a cabo atentados mortales con policías griegos.

El ataque tuvo lugar a las 6.20. El agente acababa de entrar en servicio para proteger el domicilio de Sofia Kyriakidou, testigo en el proceso que en 2004 se llevó a cabo contra el grupo armado Lucha Revolucionario Popular (ELA) y su ex marido, Angeletos Kanas, miembro de este grupo. Detenidos en febrero de 2003, cuatro miembros de ELA fueron condenados en octubre de 2004 a 25 años de prisión, antes de ser puestos en libertad condicional por razones médicos. El juicio de apelación se celebra actualmente.