El cambio de inquilino en Ajuria Enea ha dado un impulso a UGT Euskadi que, según su máximo representante en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, espera potenciar el diálogo social en torno a una mesa. A Dámaso Casado no le importa que ELA y LAB no acudan, porque «se llevará adelante. La mesa está abierta a todos». Casado es el dirigente con más años a sus espaldas en la dirección de un sindicato en el ámbito de Hego Euskal Herria. «Me encuentro bien, con ganas de trabajar», afirma.

¿La llegada de Patxi López a la Lehendakaritza ha sido un balón de oxígeno para UGT?

Sin lugar a dudas. Somos un sindicato socialista. Es muy positivo el cambio de gobierno para que a los trabajadores nos abran las puertas, porque las hemos tenido muy cerradas.

¿Cree que los trabajadores van a tener las puertas abiertas?

Espero que sí. De momento, los gestos de un mes y medio con Patxi López en el Gobierno son positivos. Los gobiernos anteriores nunca habían convocado a los sindicatos para escuchar las opiniones de los trabajadores, para llegar a acuerdos y establecer el diálogo social. En estos momentos en Euskadi, o en cualquier comunidad autonómica, el diálogo social es desarrollar las leyes que hay a nivel estatal y europeo.

¿No es hacer un poco trampa?

No. No lo compartimos. Hoy en día si nosotros no estuviésemos agrupados sindicalmente a nivel mundial o europeo las cosas cada día irían a peor, porque quien maneja todo es el capitalismo, las multinacionales. En un sitio concreto, en un centro de trabajo o una zona puedes hacer la mayor reivindicación del mundo, pero la conclusión es que como no te coordines, el empresario cierra y los trabajadores, a la calle. O nos adaptamos a la situación y a las leyes, o no tenemos nada que hacer.

¿Eso es chantaje?

Sí, sí. Ha sido siempre. No ha cambiado nada. Hay dos situaciones claves: tiene que haber unidad sindical y tenemos que adaptarnos a la situación en lo fundamental. La gran mayoría de las empresas no dependen de Euskadi, ni tan siquiera de Estado español. Tenemos relación con los comités europeos, que están funcionando mal, pero a través de los mismos es donde se debe plantar cara a los empresarios y a las multinacionales. En Euskadi tenemos que ponernos de acuerdo para que los trabajadores tengan derechos y mejoren sus condiciones.

¿Como cuáles?

Podríamos empezar por la negociación colectiva, que está parada. Con la crisis está habiendo un abuso clarísimo de los empresarios. Se aprovechan de la división sindical. Al final, o nos ponemos de acuerdo y nos respetamos en lo ideológico para defender a los trabajadores, en función de la situación que hay, o estamos perdidos.

¿La mesa de diálogo social de Patxi López no es una cesión clara y directa a los empresarios, como ocurre en Nafarroa?

No va a ser una cesión a los empresarios, va a ser una mejora para los trabajadores. Ese es nuestro objetivo.

¿Cómo se consigue, si los actores son prácticamente los mismos?

Ya veremos.

Las seis reformas laborales más importantes desde 1984 han traído más precariedad. El mismo gobernador del Banco de España dice, de nuevo, que hay que abaratar el despido, que hay que hacer reformas laborales hacia abajo ¿Dónde está la esperanza para los trabajadores?

¡Menos mal que el presidente del Gobierno español no está de acuerdo con lo que dice Miguel Angel Fernández Ordoñez, gobernador del Banco de España!

Si no estuviera de acuerdo, le relevaría de ese cargo

Es un gesto que podría hacer, sí. La historia del mundo sindical de los últimos ciclos es compleja. El fondo no ha cambiado nada. Sólo hemos mejorado en que nos respetan un poco las leyes, lo que nos permite avanzar.

Si Rodríguez Zapatero no es capaz de cambiar al Gobernador del Banco de España por el poder que tiene y la primera acción contra la crisis que realizó fue reunirse con quienes nos metieron en la misma, ¿Cómo lo va a conseguir Patxi López si su poder es limitado?

Es una crisis mundial.

Nadie lo duda.

El acuerdo firmado a nivel mundial será bueno o malo, pero es necesario, porque hay que dar respuesta al mantenimiento de la liquidez en el sistema bancario. Es fundamental. En el tema económico no conozco grandes cosas. Porque cada economista hoy dice una cosa y mañana, otra, pero ¿qué han hecho?

Apoyar a los especuladores.

Sí, sí a los banqueros, bueno a los bancos. Pero con una condición de que todos los créditos que se están entregando los tienen que devolver con unos intereses. Eso la sociedad lo tiene que conocer.

Sí, pero a un interés del 1%

Es lo que han hecho en todo el mundo.

Pero, en cambio, cualquiera va al banco y tiene que pagar unos intereses de un 4%.

Los porcentajes varían.

El banco paga un 1% de interés, más o menos, y el ciudadano el 4%. Ya ganan un 3% y lo permite Rodríguez Zapatero

Lo hacen todos los estados del mundo. Están pillados todos los gobernantes.

Es una bajada de pantalones

Sí, pero si no lo haces, y otro sí, puede desaparecer un país.

Esa teoría no puede valer, porque nos lleva a una apreciación que hizo el secretario general de UGT de Nafarroa, Juan Goyen, que apoya en la mesa de diálogo social en Iruñea la eliminación del Impuesto de Patrimonio porque si no se marcha el capital.

Nosotros, no. Estamos en contra de que se baje el Impuesto de Sociedades y se elimine el de Patrimonio. En Euskadi, están mermando los ingresos. La clave es esa. Estamos a favor de que suban los impuestos para que aumente la protección social. Tenemos claro eso.

¿La mesa de diálogo social, entonces, no va a ser un títere de los empresarios?

No, en ningún caso. Los empresarios tienen sus derechos y los respetamos, nosotros tenemos los nuestros, y se deben respetar. Llegaremos a acuerdos para mejorar y para la defensa de los trabajadores, sin duda.

¿Qué es lo primero que van a tocar en la mesa de diálogo?

Tenemos estudiados y preparados varios temas. El primero es que los expedientes de regulación no tienen que aprobarse si no van con el acuerdo mayoritario de los representantes de los trabajadores. Es una reivindicación permanente. A partir de ahí puede abrirse el diálogo. El segundo tema es el de garantizar prestaciones sociales básicas. Hay que dar cobertura a las personas, no sólo recursos directos, sino ayudar para buscar trabajo a los parados. El tercero es avanzar en el traspaso sólo de las políticas activas del empleo.

¿Eso significa que lo que cotizamos todos y el poder de decisión seguirá en Madrid? ¿es un elemento de confrontación con ELA y LAB?

Ya, pero en este tema tampoco estamos de acuerdo. Sólo con una caja única hay garantías de futuro para todos.

No es seguro.

No vamos a romper esa unidad de caja.

¿Van a tocar más temas?

Hay más, porque también queremos entrar en la estabilidad del empleo.

¿Cómo lo van a conseguír a la enésima vez, ya que no lo han conseguido hasta ahora?

Tenemos que hacer unos acuerdos con los empresarios y firmar compromisos para estabilizar el empleo. Tenemos que presionar por abajo.

¿Cómo?

El empresario se tiene que comprometer. Los empresarios tienen que tener recursos para estabilizar el empleo. Lo hacen en todo sitios.

Más ayudas directas, si entre 2006 y 2007 obtuvieron una financiación de más de 4.000 millones para hacer fijos a los trabajadores y no se ha logrado eliminar la temporalidad.

Sí, ayudas directas para garantizar que los trabajadores sean contratados de forma estable. Eso se tratará también en esa mesa de diálogo social.

¿Sin ELA y LAB se puede hacer diálogo social?

Sí, sí. Sin ningún género de duda. Para defender los intereses de los trabajadores vamos a tirar hacia adelante. La mesa de diálogo está abierta a los que quieran.. Si no quieren ir, va a dar igual, porque va a seguir adelante. Va a haber acuerdos, que va a ejecutarlos el Gobierno.

¿El resultado de esa mesa va a ser como la navarra?

Sí. Existe en todas las comunidades autónomas y funcionan bien.

Si funciona bien el diálogo social, ¿por que en el Estado español se pierde la mitad del empleo que se destruye en la UE?

Sí. Es así, no va bien en empleo.