Hatortxu rock Lakuntzan
Desde Lakuntza hasta las cárceles de exterminio, rock y compromiso
Miles de jóvenes esperan ante la valla de seguridad a que abran las puertas del festival mientras afilan los dientes en busca de rock para las venas. Mensajes de solidaridad y guitarras rockeras se funden en Sakana en la primera jornada del hatortxurock.
Koldo OTAMENDI
Reincidentes abre con fuego real, y mientras la gente se acerca al escenario principal van cayendo grandes clásicos de la banda andaluza. Tras ellos salen Gatillazo con un Evaristo ácido y animado al frente, que vacila con el público mientras tocan temas del último disco de estudio y intercalan unos temas de La Polla. Evaristo no vive de rentas, y defiende a regañadientes las nuevas composiciones de Gatillazo como si fuera su primera banda.
El Hatortxu ofrece opciones y nos movemos por diferentes gunes para ver los conciertos, y aunque algunos coinciden en el horario, el estilo de música da margen a variar itinerario. Es hora de cenar y nos subimos para el pueblo a echar un bokata. En la plaza están tocando los Korumba, intenso y oscuro metal gipuzcoano, que pese a no tener a un gran número de aficionados enfrente, se dejan la piel en el escenario. Por las txosnas se ven sombreros de mejicanos, que no pegan mucho con el ruido de Korumba. Son los Impekables. Herederos del mejor napar-mex Huajalotero, toman el tablado y disparan con unas buenas rancheras mientras el público se entrega a los ritmos bailongos.
Ekon, fuego y garra
El reloj aprieta, dejamos a Impekables robando corazones y bajamos a Beriain gunea para ver la actuación de Ekon. Llegamos con el bolo empezado pero desde lejos se puede ver el montaje en el escenario. Golpean con la música y rematan con los efectos visuales y el fuego. Caen temas miticos como «mila koloredun gerra» o «zuentzat» y animan al público a seguir vacilando con «segi zirikatzen». 01.45, es la hora de los RIP. Hay expectación, y se nota. Sus canciones, pese a estar escritas hace mas de 20 años, siguen actuales y no les faltan seguidores. Pero no nos engañemos. Los RIP de hoy en día, no son los de «no hay futuro» de los primeros ochenta. Tampoco son la banda que resurgió de las cenizas en los 90. No los son, ni lo quieren ser.
El presente es otra cosa y los RIP lo saben. Txerra y Yul, miembros originales de la banda, y únicos supervivientes de la misma, afrontan el Hatortxu como algo único y irrepetible. RIP entienden el Hatortxu como una cita en la que hay que estar, y se acompañan de amigos para dar vida otra vez a los temas míticos de la banda. Portu y Mahoma en el recuerdo, pero con determinación de mirar hacia adelante. Con Osoron al bajo, completando el trío instrumental, arranca el bolo con Juan Sangre cantando «Mundo muerto», para atacar después con «Última generación». Escuchar otra vez el riff de guitarra de Yul, con un sonido tan característico, pone los pelos de punta. Juanrra KOP es el siguiente invitado. Toma el micro y pregunta «Non dago Jon» en referencia al desaparecido militante vasco y «Terrorismo policial» suena mas actual que nunca.
El set de RIP avanza y dos generaciones de músicos de Arrasate se funden en abrazos en el escenario. Des-kontrol, unos chavalillos en los 80, son ahora una de las bandas referentes de la escena vasca. Pasado y presente, revisan con rabia y mala ostia «Condenado» y «Kaos», a tres voces y apoyados por un público que vibra en cada tema. Por el escenario pasan los Kaotiko, Niko MCD al bajo y Belén e Iker de Carrocerías Betoño, banda en la actualmente militan Txerra y Yul. Con Pela Obligaciones, se vive otro de los momentos cumbres de la noche y la actitud rock&rollera del cantante de Gasteiz se mezcla con el punk arrasatearra al grito de «Antimilitar». Gorka y Arkaitz de los Feos Pero Majos ponen el punto divertido y Fernando Kuraia, aparece a escena recordando a Angel Berrueta en «Policia no» y revienta con un grito desgarrador en «Odio a mi patria». La traca final con Auo e Iñigito Etsaiak cantando «Lepoan hartu» da paso a la mítica e indispensable «Mondra» en la cual salieron a escena muchos de los músicos que hicieron posible el retorno puntual de los RIP.
Cambiamos de escenario y vamos a ver a los Des-kontrol. Tienen tirón y en la chavalería y el público no les falla. La carpa del gune Utsaia se llena hasta los topes para ver al grupo actuar. Las primeras filas, repletas sobre todo de jóvenes fieles corean y cantan cada estrofa de cada canción. Caen las típicas canciones, y regalan versiones. También hay colaboraciones en las voces. Sube a escena Peio Lamarka, cantante del combo Orreaga 778, y «Freedom for my land» suena potente. La peña quiere mambo y Des-kontrol ofrecen ración doble para acabar con una de Eskorbuto y el «ttipi-ttapa» de Ume Gaiztuak.
Los KOP, cierran la cartelera del viernes a la noche. En el escenario, la banda catalana golpea con fuerza con su mezcla de metal y electrónica, contundentes y efectivos. Juanrra, cantante de la banda sabe de primera mano lo que es estar entre rejas. Sabe, lo que supone la dispersión y estar encerrado en una cárcel de máxima seguridad. Algunas de las canciones que KOP interpretó, están escritas en prisión, y en el Hatortxu suenan mas contundentes y reales que nunca. La noche acaba con el DJ Elepunto pinchando y los mas animados tiran para el dantzaldi de Amaiur.