El obispo de Baiona, Oloroe y Leskarre considera insultante la parodia que realiza una asociación de París, Soeurs de la Perpètuelle Indulgence (Hermanas de la Perpetua Indulgencia), con hombres vestidas de monja. Para mostrar su enfado publicó un comunicado en la página web de la diócesis de Baiona. En esa nota señala que la marcha Gay Pride Biarritz representa a una mínima parte de la sociedad y que la sociedad no hace suyas esas reivindicaciones políticas. Según declaró a GARA el presidente de Gehitu, Joxean Zapirain, esa idea lanzada por el obispo de Baiona hizo que la marcha que reivindica el orgullo gay fuera muy numerosa, más que la del año pasado. Ciudadanas y ciudadanos se movilizaron ayer para mostrar que la igualdad de derechos es una reivindicación que debería hacer la mayoría de la sociedad.

Según relató Zapirain, la manifestación transcurrió muy bien y no tuvieron que lamentar incidentes. «Al igual que el año pasado, alguien nos ha arrojado huevos, pero al margen de esas pequeñeces, no ha habido problemas», declaró al término de la marcha.

Por encima de las diferencias

Para Gehitu la manifestación es una meta del trabajo de todo el año, no un acto que se realiza una vez al año. Durante todo el curso mantiene una estrecha colaboración con las asociaciones de Ipar Euskal Herria LGP Biarritz y Aides, y lo que hacen en la manifestación es garantizar dicho trabajo en común, porque para Gehitu es muy importante marcar las diferencias que hay entre los dos lados de la frontera. «Por ejemplo, en Ipar Euskal Herria no tienen derecho de casarse, adoptar como pareja o donar sangre, y en Hegoalde tenemos todo eso, y, además, desde hace mucho tiempo. Pero en Hegoalde estamos reivindicando que la transexualidad no sea considerada como enfermedad mental y eso han logrado hace un mes en Iparralde. Otra reivindicación que realizamos es que en Hegoalde todavía el SIDA o el VIH no es tan visible como en Iparralde. En bares y saunas de Hegoalde no se habla de eso tanto como en Iparralde. Por lo tanto, por encima de las diferencias existentes entre un lado y otro de la frontera, nuestra reivindicación es poder llegar a una igualdad real». Esta fue también la reivindicación principal de los organizadores de la marcha de Biarritz.