Último partido
Homenaje con envoltorio de triunfo
El equipo armero rompió su mala racha para agradecer el apoyo de una afición que, incluso ayer, despidió a los suyos con aplausos.
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Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
Se acababan de cumplir las ocho y cuarto de la tarde cuando Caballero Herreros se llevaba el silbato a la boca. Un gesto que se repite cada tarde de fin de semana en infinidad de escenarios. Y, sin embargo, un gesto lleno de significado en la jornada de ayer, no en vano suponía el final del segundo periplo del Eibar por Segunda A.
También lo tuvo lo que sucedió en los minutos que rodearon a ese instante. Minutos que la grada de Ipurua prefirió dedicar a agradecer el esfuerzo de los suyos que a cortar cabezas. El grito unánime de «volveremos» y los aplausos al equipo compusieron la banda sonora de los últimos pasos del Eibar en la categoría. No es de extrañar que algunos jugadores no pudieran evitar las lágrimas, en unos instantes en los que se unieron el final de una temporada frustrante, la despedida, en muchos casos, del escudo armero y el agradecimiento a una afición capaz de comprender el mérito que supone militar en el fútbol profesional para un club con estas características.
El equipo, al menos, pudo rendir un último homenaje a su afición, firmando la victoria que llevaba buscando los últimos cuatro meses. Y evitando, de paso, igualar uno de los pocos récords negativos que han quedado sin batir. Tampoco importa demasiado. 16 jornadas sin ganar han sido más que suficientes para fulminar sus opciones de permanencia, descartada hacía ya tres semanas.
Quizá por esa falta de presión, común a los dos equipos, Eibar y Nástic apostaron por cumplir el trámite intentando disfrutar del fútbol. Y eso permitió que la temporada acabase con un encuentro entretenido, en el que los dos rivales tuvieron sus opciones. Aunque, por una vez, sólo los guipuzcoanos la aprovecharon. Fue Lluis Codina el que, a los doce minutos, remataba desde la frontal un balón que tocó el palo antes de subir al marcador.
Unos y otros intentaron buscarle compañía, pero los minutos pasaron sin que el encargado del luminoso tuviera que volver a trabajar.
Técnicos y jugadores abandonaron las instalaciones de Ipurua con una mezcla de abatimiento y emoción.
Pero también, aunque sorprenda a estas alturas, con ganas. De seguir jugando, como subrayó Lluis Codina, que se mostró confiado en poder cumplir el año de contrato que le queda y, sobre todo, de repetir la hazaña de hace dos temporadas. «El que siga, el que venga... Todos tenemos que entonar el «volveremos» que cantaba la afición y tenerlo en mente desde ya mismo», aseguró.
Josu Uribe, por su parte, volvió a deshacerse en elogios en su última rueda de prensa como técnico del Eibar. «Ha sido una experiencia fantástica, jamás he estado en un club como éste. Me llevo un recuerdo fantástico de Eibar y de su club y espero que vuelva al sitio que le corresponde, que es la Segunda A», señaló.
A.U.L.