A pesar de que el magistrado de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón informó desde el arranque del operativo policial de que a los tres detenidos en Usurbil y Astigarraga -Olatz Lasagabaster, Patxi Uranga y Ainara Vázquez- se les aplicarían las medidas recogidas en el protocolo preventivo de torturas, lo cierto es que, según denunciaron letrados de la defensa, el médico de confianza no pudo asistir en comisaría a los tres guipuzcoanos hasta ayer por la tarde -día y medio después de su arresto- debido los obstáculos con los que se han encontrado. En caso de que los tres detenidos no sean enviados hoy al tribunal especial de Madrid, la incomunicación se prorrogaría durante dos jornadas más.

Mientras que Torturaren Aurkako Taldea (TAT) se sumaba con un comunicado a la preocupación sobre el trato que puedan recibir y el estado en el que se encuentren Lasagabaster, Uranga y Vázquez, sus abogados informaron de que el médico particular -que sólo puede acceder a comisaría junto al forense del tribunal especial- no pudo asistirles hasta ayer por la tarde. Las negativas que recibieron del tribunal especial se hicieron extensibles a la comisaría central de Canillas, hasta que, finalmente, pudieron asistir junto con el médico forense adjudicado por el tribunal.

Ayer no trascendió información alguna sobre el operativo policial ni sobre el estado de los arrestados. Aún se desconoce cuándo serán enviados ante Garzón, pero hoy finalizan los tres días iniciales de incomunicación. El juez también podría prolongar este régimen hasta el sábado.

Con objeto de denunciar el arresto de los tres jóvenes, en Orio se manifestaron 170 personas y en Astigarraga 80.