El Consejo de Seguridad Nuclear, emitió ayer un comunicado a instancias del Ministerio de Industria, en el que informó de que las exigencias que había impuesto a la central térmica de Garoña para que continuara durante diez años no serían necesarias si, finalmente, sólo se le concede una prórroga de dos -no habría exigencias-, cuatro o seis años.

El CSN, que ya emitió un dictamen favorable a la continuidad, basa sus observaciones en las inspecciones de su personal a las instalaciones y reitera que sus condiciones son «mejoras que no cuestionan las condiciones de seguridad en las que está operando actualmente la central».

Mientras, el PSOE sigue empecinado en mantener la incertidumbre sobre el futuro de la central burgalesa con discursos contradictorios. El ministro español de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer que la energía nuclear es «insustituible» en el Estado, mientras que José Luis Rodríguez Zapatero reiteraba que la seguridad primará «frente a intereses economicistas».

Ante esta situación, la izquierda abertzale volvió a exigir el cierre de Garoña e invitó a la ciudadanía a participar en la manifestación que esta tarde recorrerá las calles de Bilbo bajo el lema «Garoña itxi orain», después de recordar el «aumento en de las deficiencias y averías» de unas instalaciones completamente «obsoletas».