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LIiberalización del mercado de la electricidad

Los consumidores critican la falta de información sobre el nuevo mercado eléctrico

Desde el próximo 1 de julio la electricidad será vendida a los usuarios por compañías comercializadoras que presentarán sus ofertas en un nuevo mercado liberalizado. Sólo bajo determinadas condiciones podrán acogerse a una tarifa «pública». A una semana del cambio, consumidores y empresas critican la falta de información y aconsejan esperar.

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Pablo RUIZ DE ARETXABALETA

En las últimas semanas muchas personas han recibido en sus hogares la visita de comerciales de compañías eléctricas proponiendo un contrato para elegir la que les venderá la electricidad incluso con rebajas en sus contratos. Son los movimientos previos a la liberalización del mercado eléctrico que entrará en vigor el próximo 1 de julio. Hasta ahora, los servicios se contrataban con las distribuidoras, pero a partir de esa fecha los consumidores deberán elegir una compañía comercializadora. Sin embargo, el 80% de los usuarios del Estado español desconoce que a partir del 1 de julio tienen que elegir comercializador eléctrico y siete de cada diez señala no haber recibido ningún tipo de información sobre la liberalización del mercado eléctrico, según la organización de consumidores CEACCU.

En Euskal Herria, la asociación de consumidores EKA-OCUV prevé una campaña agresiva en el «mercado libre» y, ante el desconocimiento de la Tarifa de Último Recurso (TUR) y de los precios de las comercializadoras, aconseja esperar. Su portavoz, Koldo Nabaskues, cree que la mayoría de los clientes de menos de 10 kilovatios (kw) no harán nada y pasarán automáticamente a ser facturados por las Comercializadoras de Último Recurso (la de Iberdrola quien esté ahora con Iberdrola, la de Endesa quien esté con Endesa...). «Pensamos que esto es lo que hará la gran mayoría de los consumidores domésticos. Seguiríamos, por tanto, parecido a como estamos: precios regulados por el Gobierno de Madrid, revisión trimestral...», señala.

En cuanto a los clientes de menos de 10 Kw que quieran pasarse al mercado libre recomienda que no se tomen decisiones precipitadas y que se valoren diferentes ofertas. Así, aconseja no contratar telefónicamente. «Para tomar una buena decisión, lo primero es saber cuánto consumimos, qué potencia tenemos contratada, cuáles son nuestras necesidades reales... para contratar una potencia adecuada a las mismas», indica. Asimismo, aconseja leer con atención las cartas y ofertas de las comercializadoras «libres» y preguntar todo lo que no entendamos. «Podemos también dirigirnos directamente a estas empresas [el listado está en la web de la CNE] y comparar ofertas. Cuidado con los posibles `superdescuentos', pues es probable que sólo sean para un periodo», alerta.

Por ello, recomienda preguntar por las condiciones no sólo para el primer año de contrato, sino también para los siguientes. «Debemos exigir un contrato por escrito, sea cual sea el medio por el que hemos contactado con la comercializadora: la visita de un comercial, teléfono... Insistimos en que no es conveniente contratar por teléfono».

Sólo en caso de estar interesados en el cambio se aconseja pedir la visita de un comercial o acudir a las oficinas de la comercializadora que se encarga de los trámites del cambio o «portabilidad», que contacta para ello con la distribuidora a la que abandonamos. «Antes de firmar el contrato, leamos con suma atención todo su contenido y preguntemos todo lo que no entendamos», insiste Nabaskues.

En cuanto a los clientes con más de 10 Kw a los que les interesaría la TUR, tendrían que contratar una potencia inferior y, lógicamente, bajar su consumo para poder estar en la TUR.

Falta de información

«Creemos que la Comisión Nacional de la Energía y el Gobierno de Madrid no están haciendo los deberes, ya que un cambio tan importante debería ir acompañado, precedido, con bastante antelación, de una amplia campaña informativa, por todos los medios, para que los consumidores supiéramos a qué nos enfrentamos, qué tenemos que hacer, qué podemos hacer...», critica. «Tampoco es de recibo que todavía no se conozcan los precios de la TUR y, por tanto, tampoco los precios y las condiciones que pudieran ofrecernos las comercializadoras `libres'», añade. En este sentido, agradece a Iberdrola la iniciativa de explicar a las asociaciones de consumidores y a las OMIC en una jornada en Bilbo en qué consiste el cambio, pero pide que también mejore sus servicios de atención al cliente y reclamaciones, evitando a las organizaciones de consumidores «un trabajo que no nos corresponde y que nos vemos obligados a hacer, en cantidades industriales a veces», añade, recordando el caso del pasado enero, cuando, con el cambio a la facturación mensual, tuvieron que explicar las facturas y los cambios a cientos de clientes, «porque las compañías eléctricas no les atienden o lo hacen mal».

El EVE y Facua

En la misma línea, el Ente Vasco de la Energía (EVE) ha recomendado a los consumidores que no tomen aún ninguna decisión para cambiar de compañía de electricidad. El EVE recuerda que en ningún caso se va a producir interrupción del servicio y que los abonados no tienen ninguna obligación de buscar por su cuenta un nuevo suministrador. Por eso recomienda a los consumidores que esperen a que las nuevas empresas comercializadoras se dirijan a los consumidores con ofertas que eventualmente puedan mejorar sus condiciones actuales en cuanto a precio y servicios.

Por su parte, la asociación de consumidores Facua opina que los descuentos que actualmente aplican unas cuantas eléctricas sobre la tarifa regulada por el Gobierno son insignificantes, de una media de 70 céntimos al mes, por lo que también recomienda a los usuarios que esperen a los cambios que se producirán en el mercado en las próximas semanas o meses.

Un estudio de Facua sobre las quince comercializadoras de electricidad que operan en el mercado libre constata que las compañías «se niegan a enviar a los usuarios documentación con sus condiciones contractuales si antes no las aceptan a ciegas».

Actualmente, sólo cinco de las comercializadoras que operan con sus propias tarifas facilitan ofertas a usuarios domésticos. Endesa Energía, Hidrocantábrico Energía, Naturgas Energía Comercializadora y Nexus Energía tienen un descuento del 2% en el precio de cada kWh consumido sobre la tarifa fijada por el Gobierno, que aún se desconoce. Por su parte, Unión Fenosa Comercial no ofrece sus servicios a la mayoría de los usuarios domésticos, limitándose a los que tienen potencias de 5,5 kW o más y, en esos casos, la oferta es un 2,5% de descuento sobre la energía consumida.

Para un usuario doméstico medio, que consume 266 kWh al mes, el descuento del 2% en la energía consumida sólo representa 69,53 céntimos mensuales con respecto a lo que actualmente paga con la tarifa regulada. Para un usuario con un consumo mensual más elevado, de 400 kWh, el citado descuento supondría 87,17 céntimos, ha denunciado Facua.

Asimismo, ha criticado la opacidad del Ministerio de Industria sobre la tarifa que fijará a partir de julio y teme que vuelva a aplicar una gran subida para expulsar a los usuarios al mercado liberalizado. Hace menos de dos años, en julio de 2007, la mayoría de usuarios domésticos pagaban por cada kWh consumido 10,96 céntimos y hoy les cuesta un 25,2% más. Mientras las grandes industrias, que son las que consumen gran parte de la energía eléctrica, ya se han agrupado en la comercializadora Fortia para conseguir precios más ventajosos, los pequeños empresarios lo tienen más difícil. La Federación Española de Hostelería, que agrupa a bares, cafeterías y restaurantes, ha pedido al Ministerio de Industria una moratoria de seis meses para que las empresas acudan al mercado libre de energía, hasta que informe más y mejor sobre qué supone el cambio. Asegura que el sector tiene «un problema importante» para adaptarse, porque hay «un auténtico caos y las pymes y microempresas no saben por donde van».

El «bono social» se deberá solicitar a las eléctricas y renovar la petición cada dos años

Las familias numerosas, aquéllas con todos sus miembros en paro y los mayores de 60 años que perciben una pensión mínima que quieran beneficiarse del «bono social» -por el que se congela el recibo de la luz durante dos años- tendrán que solicitarlo a las eléctricas. Sólo los usuarios que tengan contratadas una potencia inferior a 3 kilovatios en su primera vivienda se beneficiarán del «bono social» de forma automática desde el 1 de julio. El resto sí tendrá que presentar una solicitud a las comercializadoras eléctricas siempre que estén acogidos a la Tarifa de Último Recurso que fijará el Gobierno. Además, tendrán que aportar documentación para acreditar su situación y renovar su solicitud al cabo de dos años. GARA

CAMBIOS DESDE EL 1 DE JULIO

2%

La mayoría de las comercializadoras están ofertando rebajas del 2% sobre la tarifa que fijará el Gobierno, pero que aún no ha establecido. Este descuento supone alrededor de 70 céntimos al mes para un consumo medio de 266 kw al mes.

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