Frente a la rapiña, el mercado transparente exige precios justos para productor y consumidor
La nueva edición del mercado transparente que, organizado por EHNE, volvió ayer a convocar largas colas de gente, reivindicó precios justos tanto para el productor como para el consumidor. Y demostró una vez más que esos precios, así como una mayor calidad, son posibles. El mercado transparente tiene la virtud de dejar al descubierto la opacidad de un sistema que destina la mayor parte del beneficio a la especulación en perjuicio del productor y el consumidor. Tras comparar los precios y la calidad de los productos ofertados ayer frente al Arriaga con los de las compras en las grandes superficies, bien se podía pensar que la iniciativa respondía a una promoción en la que los productores vendían por debajo del precio de coste. Nada más lejos de la realidad. Al igual que el consumidor aprecia la diferencia, también el productor obtiene el beneficio necesario para que su explotación sea rentable; pero lo habitual es lo contrario, lo que ha llevado al sector a una situación de peligro con cada vez más expotaciones cerradas. Un peligro que será cada vez mayor mientras se siga permitiendo la rapiña de las grandes empresas de transformación y distribución.