Hay quien cree que Mariano Rajoy ha amansado a los sectores más ultras de su banda. Se equivoca. El GEES (Grupo de Estudios Estratégicos) del entorno de José María Aznar anda levantisco y no se cree para nada lo de la unidad de acción con el PSE de López.

Ayer en «Libertad Digital» denunciaban la operación Basagoiti-López porque «antes de las elecciones vascas de marzo y después de ellas, la derecha cometió un error que le pasará una gorda factura: poseída por una ansiedad entendible pero irracional por lograr ver a los nacionalistas saliendo de Ajuria Enea, se lanzó irreflexivamente a investir a Patxi López con el manto constitucionalista, rodearlo con la aureola del cambio y obsequiarle con un apoyo incondicional». Ya empiezan a mostrar la patita.

Pero, si parecía que todo les iba a pedir de boca, ¿por qué se cabrean? Lean, lean: «celebraron su campaña, sus resultados y su elección como si fuese el paladín del constitucionalismo español en el País Vasco. Olvidaron todo lo que había dicho López sobre pacificación, el nacionalismo y el cambio político. Y después de los comicios, el PP dio los votos y el apoyo a López antes de que López dijera para qué los quería. Se los regaló gratis total, en parte porque así podía hacer suyo un triunfo que no lo era, pero del que buscó apropiarse haciendo de López uno de los suyos». Se les ve intranquilos. Siguen desconfiando.

También hablan de «error ideológico» porque -se preguntan- «¿Es Patxi López un candidato nacionalista? Evidentemente, no. ¿Es un constitucionalista? Tampoco. Siempre ha sido, partidario de reformar la constitución para adecuarla a las exigencias de los nacionalistas». Yo creo que ahí se han pasado.

Y como colofón catastrófico inquieren los especialistas de Aznar: «¿Qué va a pasar cuando -siguiendo coherentemente su programa- aborde ese gran pacto con nacionalistas, etarras, filoetarras o exetarras que siempre ha defendido? ¿Quién -de los que ahora se lo perdonan, olvidan su proyecto y miran hacia otro lado ante los guiños al nacionalismo-, le va a decir que no, habiéndole dicho ahora que sí?». La derechona saca las uñas.