Dislate
La vorágine represiva de las altas instancias españolas, alentadas por el fervor colaboracionista de quienes les representan en tres territorios vascos, dan como resultado un espectáculo tragicómico. Ahora Baltasar Garzón prohíbe y Rodolfo Ares ejecuta, comer en compañía de ex presos políticos. El dislate no tiene parangón histórico. No olviden la imaginación que siempre ha acreditado el abertzalismo frente a los antidemócratas.
OLASO