Como era vox populi desde hace semanas, la concejala del PSN Maite Esporrín será quien lance el chupinazo sanferminero dentro de seis días. La confirmación se ha producido más tarde que nunca. Y se había demorado por una cuestión de fondo político: Yolanda Barcina, alcaldesa de UPN, quería utilizarlo para avanzar también un acercamiento de posiciones entre los dos grupos municipales, que en las últimas semanas han estado abiertamente enfrentados.

El mayor exponente fue la decisión del Pleno municipal -con votos del PSN, NaBai e izquierda abertzale- de conceder un ultimátum de dos meses a la alcaldesa para que cese al polémico jefe de la Policía Municipal de Iruñea, Simón Santamaría. En caso contrario, sufriría una reprobación, que políticamente se interpreta como la antesala de una moción de censura. Sólo un día después, Barcina se jactó de que mantendrá a Santamaría por encima de cualquier cosa.

Ninguna de las dos formaciones quiso explicar ayer si ya han renegociado esta cuestión, pero todo parece indicar que sí. Nafarroa Bai explicó en rueda de prensa su temor de que el PSN se descuelgue de la reprobación. La izquierda abertzale ya mostró en el Pleno su escepticismo de que el PSN fuera en serio. Los dos grupos municipales indican ahora que hablarán de modo genérico sobre «el modelo policial» en Iruñea. Y Esporrín afirmó ayer que si llegan a un acuerdo, «probablemente» no reprobarán a Barcina.

Sigue el turno habitual

Este principio de acuerdo se hizo público al mismo tiempo que se anunciaba que Esporrín tirará el chupinazo, un acto que otorga a su protagonista una impresionante repercusión mediática. De paso, con ello Yolanda Barcina confirma que esta vez sí seguirá el orden habitual de reparto en cada legislatura: el primer año el cohete fue para ella como cabeza de la lista más votada, en 2008 le tocó a Nafarroa Bai (Uxue Barkos), y ahora al PSN. Pero nadie duda de que el año que viene se romperá este criterio no escrito, ya que Barcina no permitirá que el turno llegue a la izquierda abertzale.

Pese a que su nominación era un secreto a voces, Maite Esporrín prefirió presentarlo como una sorpresa. «Pensábamos que este año nos tocaba lanzarlo, pero dada la polémica que hemos tenido en los últimos días, hasta que no te lo confirman había dudas», aseguró la edil.

«La alcaldesa me llamó esta mañana cinco minutos antes de la rueda de prensa», afirmó Esporrín, que habló de «honor inimaginable». Añadió que su grupo se había decantado por ella de modo unánime.