El pasado jueves varios medios de comunicación se hacían eco de la presencia de los jueces Laurence Le Vert e Yves Jannier en la comisaría de Baiona, y Askatasuna subrayó en una nota que dicha presencia no auguraba nada bueno: «Sea cual sea la razón de su visita, no puede más que estar relacionada con un nuevo episodio represivo».

El mismo sábado, esos temores empezaron a hacerse realidad cuando la Policía francesa arrestó de manera violenta a Xan Beyrie en Kanbo, a la salida de un supermercado.

Aunque no se sabía a ciencia cierta el nombre de los jueces que ordenaron la operación, ayer otras diez personas corrían la misma suerte, si bien la mayoría fueron detenidas a primera hora de la mañana en sus propios domicilios, que fueron sistemáticamente registrados.

En Bidaxune fueron detenidos Joseba Agirrebarrena y su hijo Ibai; en Beskoitze, Orkatz Arano; en Ainhoa, Harri Idoate; en Baiona, Gilen Goiti y Ekhi Erramundegi; en Suhuskune, Txomin Catalogne y Marco Delizy -a última hora de la tarde quedó libre-; en Heleta fue detenido Eneko Etxegarai mientras participaba en los trabajos de montaje del festival EHZ y, por último, Aritz Ortino Etxebeste, al parecer en Mugerre.

Agencias francesas y españolas relacionaban la masiva operación policial con varios «atentados o intentos de atentado contra intereses inmobiliarios y turísticos» entre los años 2007 y 2009 en diferentes localidades vascas. El único dato confirmado a través de familiares es que se trata de una «investigación preliminar de los atentados de 2007 en Donibane Lohizune».

Las detenciones fueron coordinadas por la SDAT (Sud-dirección Antiterrorista de París) y la Dirección Interregional de la Policía Judicial de Burdeos (DIPJ), y en las mismas participaron la Policía de Baiona y la Gendarmería de Pau.

Aparte de Xan Beyrie, que el domingo fue trasladado a la Gendarmería de Pau, a última hora de ayer se desconocía donde se encontraban los otros diez detenidos.

En «línea con Rubalcaba»

El movimiento pro-amnistía denunció con rotundidad «la ocupación policial» y destacó que «este nuevo paso represivo» del Gobierno francés «son reflejo del nerviosismo del Gobierno que es consciente de que tiene un conflicto político con Euskal Herria» y para cuya solución «en línea con Perez Rubalcaba, solo plantean la vía represiva».

Según el organimo antirrepresivo, la «caza de brujas y el control social contra el movimiento abertzale van en aumento como lo demuestran las detenciones y la elaboración de fichas identificativas».

Segi considera también que el objetivo principal es elaborar un «fichero masivo de los jóvenes militantes de Ipar Euskal Herria para tenerlos bajo control» y se solidariza con los detenidos, en particular, con su portavoz, Txomin Catalogne, al tiempo que llama a participar en las movilizaciones de protesta. Ayer, 230 personas se concentraron en Baiona, 200 en Kanbo y 180 en Lartzabale.