Aalgunos la alegría les nubla a menudo la razón y escriben melonadas de grueso calibre, dignas de constar en alguna enciclopedia. Algún día de éstos la empezaré a escribir.

Ayer, en «La Gaceta», Jorge Trías se las prometía felices por la sentencia de Estrasburgo y nos venía a decir que «esa respiración anhelante y ansiosa propia de los moribundos es la que comienza a tener ETA y todo lo que se mueve a su alrededor». Ya empezamos.

Según el autor, «La sentencia de Estrasburgo, avalando la ley de Partidos que, sin remilgos ni equidistancias, se aprobó a iniciativa de Aznar, ha sido esa puntilla balsámica que, como la morfina de los moribundos, ayudará a erradicar la lacra brutal que, desde hace más de treinta años, padecíamos en España, gracias a una sociedad vasca degradada moralmente y la cobardía de los políticos que no se atrevieron a poner fin al crimen organizado. Ya ha quedado demostrado que, cuando un Estado decide acabar con el crimen, por ejemplo en Colombia, el crimen, y los criminales, acaban por sucumbir». Degradado, pienso yo, estará el señor padre del comentarista. Y eso por ser (y parecer) respetuosa.

Pero como la sinrazón es algo muy parecido a una cuesta abajo, Trías se desliza sin freno: «Es posible que ETA vuelva a matar, ahora de la mano siniestra del escritor Alfonso Sastre, pero España, los españoles y su gobierno legítimo, tenemos ya todos los avales para poner fin a estas calamidades que la indecisión, y un mal comprendido final de la Dictadura, nos tenían sumidos los nacionalistas vascos: unos moviendo violentamente el árbol y otros recogiendo cínicamente sus frutos. Sastre, y todo ese entorno castellano de la más rancia alcurnia y brutalidad que apoya a ETA, merecerían un análisis jurídico-penal, psiquiátrico y antropomórfico. Penal, porque sus acciones son criminales; psiquiátrico, pues no parece que anden bien de la sesera; y antropomórfico, ya que resulta llamativa la cara de malos, además de feos, que tienen todos ellos». Se lo debería hacer mirar. Tal vez lo suyo tenga cura. O tratamiento paliativo al menos.