Xabi Otsoa de Alda Licenciado en Geograf�a e Historia
Iru�a-Veleia. �Verdadero?
En nombre de un supuesto cientifismo o academicismo se est� cometiendo un acto de aldeanismo cultural por cruce de intereses; all� donde con s�lo dos piezas pol�micas hubieran investigado a�os, pues se trata de su patrimonio, aqu�, con una cantidad enorme, un a joya, se cierra la discusi�nDesde que se concluyera en la falsedad de los grafitos, despu�s de un tiempo de supuesta discusi�n acad�mica, adem�s de una gran decepci�n, me acompa�� una sensaci�n de alivio porque se acababa la incertidumbre. Sin embargo, el mantenimiento de la veracidad y cronolog�a de lo encontrado por parte de los antiguos responsables de la excavaci�n y las primeras incongruencias que part�an desde la comisi�n, han hecho que nos interesemos nuevamente por el tema. Adem�s de esto, una primera reflexi�n apuntaba a una evidencia clara; la cantidad de palabras e iconos con el amplio n�mero de piezas y la mezcla de aspectos eruditos con realizaciones m�s infantiles y a veces de apariencia grotesca imposilitaba que se hubiera realizado con la intenci�n de enga�ar y beneficiarse de ello. Entre esto y la aparici�n de nuevas y prestigiosas opiniones, creo que la situaci�n toma un nuevo rumbo.
Una de las m�s interesantes aportaciones a las que me refiero viene por parte del doctor en geolog�a Koenraad Van den Driessche, en base a las evidencias f�sicas que se deducen de las fotograf�as de las ostracas y de las que, seg�n �l, constata indicios que deber�an necesariamente haber sido investigados y no se ha hecho, a partir de los cuales supone que no son falsificaciones. A esto hemos de unir la opini�n de Juan Mart�n Elexpuru, doctor en Filolog�a Vasca. Concluye, despu�s de razonar y rebatir cada una de las supuestas imposibilidades planteadas por los miembros de la comisi�n, que �stas son perfectamente posibles para la �poca propuesta.
Adem�s de otros apoyos de reconocido prestigio con los que ya cuentan los antiguos directores del yacimiento y que estoy seguro ir�n dando a conocer, creo que ser� tambi�n determinante la presentaci�n de los contenidos que rebaten los supuestos anacronismos en los que se han basado sus acusadores y donde se pondr� de manifiesto que los ejemplos, hasta un 90 % de lo propuesto como imposible para �poca romana, cuentan con similitudes para el mismo periodo e, incluso, anteriores. Si se ha errado en esta cuesti�n fundamental, por parte de la comisi�n, siguiendo la l�nea marcada hasta el momento, a lo mejor deber�amos pedir que devuelvan el dinero. Los pocos aspectos m�s dif�ciles de interpretar entran en la l�gica aportaci�n novedosa que un hallazgo de este volumen pudiera contener y cuentan, adem�s, con explicaci�n totalmente razonada y viable.
Si la pretendida discusi�n acad�mica se hubiera producido como debiera, hoy nos encontrar�amos en otro estado de la cuesti�n. Se nos ha querido hacer creer que la falsedad est� probada, cuando no es as�; ni siquiera el informe qu�mico lo ha hecho. Las cr�ticas, muy medi�ticas, utilizadas hasta ahora contra los ex directores del yacimiento esconden las m�s de las veces desprop�sitos e irrealidades. Un miembro de la comisi�n reconoci� al antiguo equipo que no se puede leer Descartes, algo evidente para cualquiera, y sin embargo, ha seguido utiliz�ndolo p�blicamente. Lo mismo ocurre con la supuesta carencia de titulaci�n del t�cnico que interpret� para Lurmen los an�lisis de p�tina; correosos medios locales han seguido utliz�ndolo pese a haberlo visto con sus propios ojos; en otra ocasi�n, ante la queja de no equilibrar su informaci�n, la contestaci�n fue algo as� como que el trinomio Euskera-Araba-�poca Romana no interesaba unirlo y que ya sab�a d�nde ten�a la puerta. Los informes enviados a los expertos no estatales iban ya antecedidos de que se trataba de falsificaciones; a�n as�, �stos constatan el buen trabajo arqueol�gico, pero esto se traduce con el sentido totalmente contrario. El d�a de presentaci�n de todas las conclusiones de los expertos, �nicamente estaba registrada una. Desde el antiguo equipo se pidi�, desde un principio, m�s controles, y se hizo caso omiso, etc.
Elementos extra acad�micos han sido a�adidos a la consideraci�n de falsedad, imagino que honesta, para crear un gran gigante medi�tico que ha querido dar por cerrado el caso: la �lite filol�gica que puso en duda los hallazgos reconoce que su gran preocupaci�n era su prestigio profesional a la hora de defender algo tan inc�modo ante la comunidad cient�fica, adem�s de lo que supondr�a para sus teor�as; la idea de una vasconizaci�n tard�a de Araba despu�s de caer el Imperio Romano pesa mucho en algunos; a la UPV se le puede cumplir el sue�o de hacerse con el yacimiento, as� como a alguna instituci�n; la idea de centralizar y controlar a todos los arque�logos desde un nuevo organismo en formaci�n; antiguas rencillas entre arque�logos; visi�n poco favorable de la Iglesia hacia los contenidos religiosos que aparecen...
En nombre de un supuesto cientifismo o academicismo se est� cometiendo un acto de aldeanismo cultural por cruce de intereses; all� donde con s�lo dos piezas pol�micas hubieran investigado a�os, pues se trata de su patrimonio, aqu�, con una cantidad enorme, una joya, se cierra la discusi�n. Actualmente creo en la veracidad de todo el material encontrado para la cronolog�a propuesta.