Aste Nagusia ha vivido momentos críticos en sus 30 años de historia, pero en los prolegómenos de su trigesimoprimera edición comienzan a vislumbrarse detalles que son preocupantes. La campaña mediática impulsada por el PP y alimentada por el PSE contra la elección de la comparsera de Eguzkizaleak Sonia Polo como txupinera ha comenzado a causar problemas a la propia organización de las fiestas de la capital vizcaina.

Una vez que ya se ha ratificado en la Comisión Mixta de Fiestas que Polo recibirá los atributos de txupinera de su antecesora, la comparsera de Algara Isabel Isazelaia, queda por saber a quién se los pasará el cocinero Aitor Elizegi en el acto protocolario del teatro Arriaga. A fecha de ayer no había pregonero y el sastre aguardaba para confeccionar la vistosa chaquetilla en frac amarilla y bicornio negro empenachado que forma parte del uniforme de uno de los iconos festivos del Botxo.

La tarea no parece sencilla, una vez que cinco de las personas consultadas han declinado tal honor por diferentes razones. Así, antes de que surgiera la polémica relacionada con que Sonia Polo es hermana de un preso político vasco, el modelo Jon Kortajarena contestó que su ajetreada vida profesional le impedía estar en Bilbo en Aste Nagusia. El fetiche de muchos de los diseñadores y fotógrafos más prestigiosos del mundo era un candidato de consenso.

Una vez que se abrió la caja de los truenos en torno a la figura de la txupinera, varios han sido los candidatos que han dicho no. Son los casos del modelo y presentador Jorge Fernández; el director de cine y presidente de la Academia española de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Alex de la Iglesia; o los actores Asier Etxeandia y Goizalde Núñez, la popular Lourditas de la seria televisiva ``Los Serrano''.

Mientras las jornadas se consumen, se hacen esfuerzos ímprobos para dar con la persona ideal y dispuesta para leer el pregón festivo y desarrollar un arduo programa durante nueve días. La campaña mediática no ayuda, pues no son pocos los candidatos que piensan que su elección como pregonero puede acarrearles efectos negativos en sus carreras profesionales.

Además, el debate político ha atrasado la convocatoria de una nueva Comisión, en la que debieran ultimarse detalles de organización a escasas cuatro semanas del chupinazo. Los continuos mensajes al alcalde y al PNV para que revoquen la designación de Polo no ayudan. La AVT se unió ayer al coro de quienes piden a Azkuna, o en su defecto al Ejecutivo de Lakua, que se evite que la comparsera de Eguzkizaleak sea txupinera, al estimar que está vinculada a la izquierda abertzale y a colectivos de apoyo a los represaliados políticos. Este grupo afirmó que su elección supone «enaltecimiento del terrorismo».

Asimismo, consideraron que el apoyo que ha dado la izquierda abertzale de Bilbo a las comparsas ratifica sus «sospechas». Los independentistas han aplaudido la decisión de Bilboko Konpartsak «de no ceder a la persecución ni al chantaje y mantener el nombramiento de Polo como txupinera». «A pesar de las trabas, ataques y linchamientos padecidos», les agradecen «su trabajo desinteresado durante más de 30 años por una fiestas populares, plurales y participativas sin parangón en el resto de capitales y les anima a seguir en esa misma línea».