En 1994 pasaba a profesionales con la Fundación Euskadi favorecido por su licencia vasca y dice agradecido que se ha hecho ciclista en Euskal Herria pese a ser burgalés.

¿Cómo va el Tour para Cervélo?

No sólo aquí, el equipo lleva muy buenos resultados. Estamos en las mejores carreras y logramos triunfos importantes, pero hay que mantener una trayectoria cada año porque este equipo no es grande y siempre tendrá que seguir trabajando para querer ser más grande. Una victoria de etapa da mucha tranquilidad al equipo y es importante ganar en el Tour y eso ya lo tenemos por delante. Además Carlos está metido en carrera y ha pasado las primeras etapas de montaña, que es cuando más dificultad tiene. Tuvo un problemilla el día de Mónaco y ese tiempo no le gusta perderlo a nadie y más por un problema. Pero las opciones están ahí y queda mucho Tour.

¿Y a nivel personal?

Me está tocando tirar en los días llanos para Hushovd, estamos con ganas e intentaré estar adelante. Esperemos que el equipo continúe como está y, si tenemos la opción de Thör algún día, nos va a tocar porque es uno de los favoritos y después tenemos a Carlos, que es el líder. Hay trabajo para dar y tomar. Intento ayudar en todo lo que se pueda a Carlos y al equipo. Hay que pensar que tenemos a Hushovd y al estar en un equipo con un sprinter sé que puedo trabajar en las etapas llanas y después tengo que asumir lo que me vaya a venir en la montaña.

¿Se encuentra capaz de hacer el trabajo de marcar el ritmo a Carlos en el último puerto como ha realizado habitualmente?

Yo estoy bien, con ganas, motivado y lo importante es el resultado final. Me toque un trabajo u otro. Ese es un trabajo que sé hacer, que llevo mucho tiempo haciéndolo. Se me ha dado bien y esa confianza me ayuda también. Hay que mirar que Carlos es el que ha ganado el Tour y yo tengo que esperar a las órdenes de los directores, porque nuestro equipo está dividido en dos partes, con Thör y con Carlos.

Tras ver lo que ha pasado hasta ahora, ¿Astana es imbatible?

Imbatible no hay nadie porque un día malo lo puede tener cualquiera. También nosotros. Hay que esperar, el Tour es muy largo, muy duro y hay que ir día a día. Un día malo lo puede tener cualquiera, incluso en etapas que no acaben en alto, más peligrosas que las que acaban arriba.

¿Los problemas les pueden llegar por tener muchos gallos juntos?

Yo creo que al final son sólo dos, Contador y Armstrong. Se ve que Klöden está trabajando, pero tampoco se les puede descartar a los demás siempre que se puedan meter en una fuga, pero en principio creo que trabajarán para los dos líderes.

¿Qué significa ser el más veterano del Tour con cuarenta años?

Si lo piensas es difícil estar con esa edad en todas las carreras, en las que se va muy rápido. Pero por suerte no pienso en la edad, si te pones a pensar en todo eso no sería conveniente.

¿Se plantea que éste puede ser su último Tour?

Yo tengo todavía firmado el año que viene y soy consciente de que probablemente sea el último, pero prefiero pensar sólo en que estamos en el Tour y en hacerlo lo mejor posible, en estar motivados. Y luego pensaré en la Vuelta y en otras carreras.

En el dossier de Cervélo aparece que su hobby son los perros...

Tengo dos, pero mi hobby primero es mi familia. Luego te gustan otras cosas, pero lo primero es disfrutar de mi mujer y mis hijos cuando llego a casa, porque paso mucho tiempo fuera. Otro hobby podía ser escuchar música, pero cada vez menos porque toca más escuchar la música de mis hijas.

Aunque sea burgalés, ha estado muy ligado con el ciclismo vasco...

He vivido toda la vida en Villarcayo, pero antes te daban la licencia donde la pedías, que era en Euskadi, y ahora donde estás domiciliado, en Castilla León. A mí me queda todo de Euskadi. Empecé en cadetes a correr en Bizkaia y allí me hecho corredor, he estado en campeonatos de España con Bizkaia y Euskadi y me queda que soy corredor hecho allí, que me tira el Norte.

¿Piensa que si no es por eso igual no pasa a profesionales?

Hay que ser realista. Era difícil pasar a profesionales y la de la Fundación fue la oportunidad que tuve para estar aquí y siempre hay que recordarla. Desde 1994 cambia todo. He aprendido a hacer un trabajo porque cuando pasas a profesionales casi empiezas de nuevo en el ciclismo, aunque hoy sigo aprendiendo. Tengas más o menos años, siempre te queda algo por aprender.