Barack Obama, el primer presidente negro de EEUU, instó a la comunidad afroamericana a adoptar «nuevas actitudes» para superar sus limitaciones, interiorizadas a raíz de la discriminación racial, y tomar en sus manos las riendas de su destino.

Obama participó en la conmemoración del centenario de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP), fundada cuando la segregación racial era «una manera de vivir y los linchamientos eran demasiado corrientes». Allí homenajeó a los héroes de la lucha por los derechos civiles, como Martin Luther King.

Indicó que hay alcaldes, gobernadores y diputados negros donde en el pasado no podían votar, porque se votaron los derechos civiles, pero afirmó que las barreras de la discriminación persisten. Destacó que tienen más riesgo de sufrir enfermedades, pero «menos oportunidades de tener cobertura sanitaria». Los jóvenes negros, dijo, tienen «cinco veces más riesgo» que los blancos de ingresar en prisión y el VIH «provoca estragos en la comunidad afroamericana con una fuerza desproporcionada».

Subrayó que «los programas del Gobierno no bastarán para conducir a nuestros niños hacia la Tierra prometida». «Necesitamos -agregó- una nueva mentalidad, nuevas actitudes, ya que una de las herencias más destructivas y más duraderas de la discriminación es la manera en que interiorizamos el sentido de nuestros propios límites».

Afirmó que el Gobierno debe impulsar las oportunidades y la igualdad, pero añadió que pese a las desigualdades y a la discriminación «tenemos que tomar las riendas de nuestro destino, todos los días. Eso tenemos que enseñar a nuestros niños: ¡No hay excusas!».