Son días intensos para las comparsas, atareadas en organizar los últimos detalles de sus vistosas txosnas que, aproximadamente en tres semanas, comenzarán a levantarse en el muelle del Arenal y sus aledaños. Además, han tenido que responder a los furibundos ataques que desde PP y PSE se han lanzado esta semana al modelo festivo de Aste Nagusia y a la campaña de criminalización de Bilboko Konpartsak en la figura de la txupinera, Sonia Polo.

Dejando a un lado las preocupaciones -todavía no hay pregonero y aguardan la convocatoria de una Comisión de Fiestas para el inicio de esta semana-, los comparseros se enfundaron sus camisetas multicolores y ocuparon El Arenal. Para empezar, instalaron dos hinchables para el deleite de los más txiki y comenzaron a cocinar los menús que iban a paladear cada uno de los componentes de ellas. Los más cocinillas se esmeraban, al margen de la preparación del rancho comparsero, en elaborar los pinchos que iban a presentar a concurso.

Mientras los rayos de sol lograban finalmente escapar de las nubes y se hacía necesario protegerse bajo el arbolado, quienes se encargan de organizar el prestigioso certamen gastronómico de Aste Nagusia se preparaban para freír 6.000 pimientos verdes de Eusko Label de Markina-Xemein y confeccionar 600 pinchos de txistorra después de cortar un centenar de barras de pan. Luego llegaría la hora de reparto, a la vez que se desvelaba que Algara, Kobetas y Pa...Ya, por este orden, eran los merecedores de los premios del concurso de pinchos.

Tras el aperitivo, llegó la comida en la que cerca de 2.000 comensales degustaron diversos menús, en los que no faltó la socorrida ensalada, regados con refrescantes bebidas. Entre los participantes en la comida, buena parte de los 70 componentes de Komantxe Konpartsa, «que llega a Bilbao con ganas de dejar huella en este espacio festivo, trasladando al resto de la gente los ánimos de trabajar por un ideal común, tal y como lo hicieron en su día aquellos indios komantxeros».

Los «komantxeros» llegan de diferentes barrios del Botxo «para defender nuestros espacios autogestionados e identidades, para impulsar nuestra cultura y, en definitiva, para compartir y participar en las fiestas populares». Como establecen los estatutos de Bilboko Konpartsak, participarán en Aste Nagusia 2009 pero no montarán txosna.

Ante una casa desalojada

Con su camiseta naranja hicieron su primera foto de familia en la parada del tranvía del Arriaga, a escasos metros del número 4 de la calle Ribera, edificio que estuvo ocupado del 28 de diciembre de 2007 al 15 de abril de 2008. A consecuencia de ello, veinte jóvenes tuvieron que sentarse en el banquillo acusados de un presunto «delito de usurpación de bien inmueble», dictando un juez su libre absolución.

Su presentación de ayer fue una sucesión de citas de Jean Paul Sartre, Bertolt Brecht, Julio Antonio Mella, Mao Tsetung, Maire-Laure Meyer, Eduardo Galeano y Francis Bacon para dejar claro su espíritu autogestionario. A la espera de la instalación de su tipie-txosna en Aste Nagusia de 2010, anunciaron que darán «mucha guerra» y su camiseta se dejará ver.

Komantxe se suma a la familia comparsera, cuya última adhesión fue la de Zaratas en 2007. Vinculada a Tas Tas Irratia Librea, inició su andadura con la creación de un espacio radiofónico en directo dentro del recinto festivo. Dos años antes, se conformaron Altxaporrue y Txinbotarrak. La primera, con 150 comparseros, tuvo la fortuna de que en 2007 una de sus integrantes, Larraitz Cisneros, fuera designada txupinera. La segunda es la comparsa de Zorrotza y su nombre proviene del txinbo, pajarillo típico de los antiguos cañavelares que poblaban el barrio siglos atrás.

Todas ellas estuvieron ayer en El Arenal, donde tras la comida hubo una animada romería con Akerbeltz, a la que siguió una kalejira con el grupo Orkresta por el Casco Viejo. Sin duda, una buena manera de cargar pilas para ultimar los montajes y aguardar a que Marijaia se asome con los brazos en alto el 15 de agosto, a las 19.00, en la balconada del Arriaga junto al pregonero y la txupinera.