Parece mentira que cuarenta años después siga haciendo falta demostrar que el hombre sí pisó la Luna...

No hace falta demostrar nada a nivel general, igual que no tenemos que demostrar continuamente que las cosas caen. Los hechos ocurren y son incuestionables, las cosas caen y punto. Los viajes a la Luna no son una teoría, son un hecho. El libro podría haberse titulado «Cómo refutar a un conspiranoico lunar y no morir en el intento».

Y su libro se vuelca en desmontar esa conspiración lunar...

Efectivamente. La carga de la prueba corresponde a quien realiza la afirmación, una afirmación anómala, claro está. Los que afirman que el hombre nunca llegó a la Luna deben aportar pruebas fiables y no seudoargumentos chapuceros. Este libro analiza 50 hipótesis que ponen en la mesa los amigos de la conspiración. Y las 50 se caen por su propio peso.

¿Tiene un origen esa conspiración?

En el segundo capítulo del libro se habla de esto mismo. Las teorías de la conspiración no siempre tienen un origen claro. Algunas películas de ciencia ficción, como ``Capricornio Uno'', han ayudado a que la fantasía fluya y se instale en las mentes más livianas. También hay algunos periodistas que se llaman a sí mismos de «investigación» y que aprovechan el tirón conspirativo para sacar tajada. Si a eso le unes que el siglo XX fue el comienzo de la era de la comunicación, tienes la receta perfecta para el menú: patrañas, leyendas y mitos.

¿Cuál es, a su juicio, la más rocambolesca de esas historias de conspiración lunar?

Tal vez, la existencia de un documental llamado ``Operación Luna''. Se trata de una cinta de William Karel, un trabajo clasificado como «falso documental». No es más que una broma de Karel, como él mismo desvela en una entrevista publicada en la web de la cadena francesa ARTE. En el documental se describe una urdimbre de conspiración en la que se unen personajes como el cineasta Stanley Kubrick, las verdaderas intenciones del presidente Nixon, el testimonio del ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld y un ramillete de dislates por el estilo.

¿Y la más conocida?

Sin duda alguna, la más extendida es la de la bandera que dicen que ondeaba... Lo más curioso es que la gran mayoría de la gente te repite el argumento: «La bandera ondeaba y es imposible porque en la Luna no hay atmósfera». El problema viene cuando les preguntas: ¿Pero tú has visto la bandera ondear? Aquí hay muchas respuestas. Unos te dicen que lo han oído, otros que lo han visto en una foto y un tercer grupo, que ha visto cierto documental conspiranoico donde aparece la bandera ondeando, un vídeo que para nada es de la NASA. Por supuesto que la bandera no puede ondear, ¡pero es que no ondeaba! Hay que admitir que los americanos son muy patrióticos y la construyeron para dar sensación de movimiento. Además, ¿de verdad la NASA iba a ser tan tonta como para no caer en el detalle del viento?

¿Y cuál es su favorita?

Aquella que dice: «En las fotos del cielo lunar no aparecen estrellas, por lo tanto todo fue grabado en un estudio». Claro, la NASA no cayó en eso. Esta hipótesis la puede refutar cualquiera: tome una cámara de fotos en una noche de verano y haga una foto al cielo despejado donde se vean estrellas. Mire su instantánea, ¿se ven estrellas? Por supuesto que no, el tiempo de exposición es tan corto que la tenue luz de las estrellas no se impresionan en la imagen.

J.V.