De nuevo Valentino Rossi y Jorge Lorenzo; otra vez cara a cara, y una vez más con un desenlace favorable al italiano. Il Dottore puede con todo. Opera a corazón abierto, mantiene en vilo a toda su afición, pero pocas veces es negligente. La seguridad es su mejor escudo y la autoconfianza, su mejor espada.

A fin de cuentas, el Gran Premio de Alemania disputado sobre el asfalto de Sachsenring fue la prolongación de lo que se está viviendo durante esta temporada en MotoGP, con cuatro pilotos dominadores, y una escudería netamente superior a las demás. Rossi, Stoner, Pedrosa y Lorenzo, es decir, los de siempre, pronto se despegaron de todos sus rivales.

De ahí en adelante el espectáculo estaba servido. Adelantamientos por el interior, por el exterior, apuradas de frenada... Cualquier riesgo servía para arrancar alguna centésima a los más directos rivales.

Sin embargo, Yamaha quería volver a marcharse. Así, Lorenzo y Rossi apretaron a fondo, y su diferencia se plasmó en la carretera con un doble adelantamiento de los dos pilotos sobre Stoner. No volvieron a verse. Las Yamaha están un punto por encima de las demás motos y lo volvieron a demostrar.

Una vez aclarada la hegemonía de Yamaha, la lucha por el triunfo se dirimió en base a la veteranía. Rossi jugó con Lorenzo como si de un muñeco de trapo se tratara. El mallorquín comandaba la carrera y el italiano le agobiababa con todas sus tretas: amagos de adelantamiento, simulación de despiste... Rossi dejó madurar a Lorenzo, hasta que a falta de dos vueltas para el final, dio el golpe definitivo. Lorenzo no se rindió, pero poco pudo hacer ante la evidente superioridad técnica y picaresca que sigue mostrando Rossi.

En el cuarto de litro, Marco Simoncelli fue el más rápido en un día marcado por la intensa lluvia, y el hecho de que al final se disputara la carrera sobre 19 vueltas, en vez de las 29 previstas. Álex Debón (Aprilia) fue segundo, y Álvaro Bautista (Aprilia) acabó tercero.

Arrollado en la primera curva

En 125 cc, la cosa pintaba bien para Efrén Vázquez y su Derbi, ya que el piloto de Rekalde había hecho la víspera los mejores entrenamientos de su carrera, logrando colocarse en la octava lugar de la parrilla. Pero las ilusiones del pupilo de Herri Torrontegi se esfumaron poco después de darse la salida, concre- tamente en la primera curva, a donde llegó siendo ya cuarto, colocado en inmejorable posición. Pero el infortunio se cebó con él y el holandés Jasper Iwema le arrolló sacándole de la pista. El vizcaino, no obstante, se levantó del suelo, volvió a la pista y acabó en una meritoria decimoséptima plaza.

En la pelea por la carrera venció Julián Simón (Aprilia), seguido de Sergio Gadea (Aprilia) y Joan Olivé (Derbi).