El senador y tesorero del PP, Luis Bárcenas, compareció ayer durante tres horas en el Tribunal Supremo español como imputado provisional en el «caso Gürtel». El senador por Cantabria llegó al tribunal en un coche oficial del partido. Según las investigaciones, podría haber recibido 1.353.000 euros y el abono de un viaje turístico a cambio de adjudicar contratos a las empresas del presunto líder de la trama, Francisco Correa.

A su salida, acompañado por sus abogados y dos miembros del servicio de prensa del PP, dijo estar «absolutamente tranquilo». Ningún dirigente del partido se dejó ver por el Tribunal Supremo, a pesar de la cercanía con la sede central del PP. «Estoy muy contento de haber podido declarar y de aportar las pruebas que demuestran mi inocencia», declaró ante cerca de un centenar de periodistas. Para hoy está citado el diputado del PP Jesús Merino, también imputado provisional.

Críticas del PSOE

Por su parte, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, censuró que el PP «vaya aplazando el momento de depurar responsabilidades.