El circo político-mediático de la Sanidad
PNV y PSE protagonizaron ayer en Gasteiz un agrio enfrentamiento dialéctico sobre la gestión del Departamento de Sanidad. A raíz del que se ha dado en llamar «caso Margüello», el anterior consejero, el jelkide Gabriel Inclán, defendió la «honradez y profesionalidad» de tres médicos (entre ellos el propio Margüello) implicados en presuntas irregularidades en diversas contrataciones del departamento, tratando así de justificar su propia gestión como máximo responsable político. El PSE, por su parte, desde su desembarco en Lakua no ha dejado de cargar las tintas contra Inclán y sus colaboradores de confianza. El actual consejero, Rafael Bengoa, mantiene con firmeza sus acusaciones de «irregularidades» administrativas en Osakidetza, «siempre a favor de las mismas personas y empresas».
A Bengoa le ha faltado tiempo para lanzar a los medios las acusaciones aunque, a la hora de la verdad, haya tenido que remitirse a un posterior informe del Tribunal Vasco de Cuentas. Algo que Inclán ha aprovechado para tildarle de «inquisidor» y acusarle de malgastar tiempo y dinero de los contribuyentes. Gruesas imputaciones que, de momento, no se han sustanciado en resultados concretos, pero que sirven a ambas partes para escenificar ante la opinión pública sus diferencias políticas y montar un circo mediático con mucho eco pero muy poca sustancia.