Mikel Noval, responsable de Política Social de ELA, criticó ayer «la falta de voluntad política» para afrontar la crisis y denunció que los acuerdos anunciados entre el Gobierno de Lakua, Confebask, CCOO y UGT «son insignificantes». En una nota de prensa, Noval hizo hincapié en que el contexto actual es «grave», ya que «la patronal está despidiendo a miles de trabajadores y las empresas les están chantajeando» para que acepten medidas de congelación salarial y de aumento de la flexibilidad.

LAB también criticó un modelo de diálogo social en el que no participa por tratarse de una «operación de simple estética». A su juicio, el diseño de la mesa y la actitud de los agentes asistentes «no respondía a los intereses de los trabajadores, sino a los intereses de un gobierno que necesita ponerle celofán social a medidas totalmente ineficaces» para hacer frente a la crisis.

Para LAB, «ha primado sacarse una foto a toda costa antes de vacaciones, para aparentar que se hace algo, cuando en realidad no se ha adoptado ninguna medida encaminada a atajar la crisis, ni sus causas, ni sus efectos».

Recordó que en el último año se han perdido más de 69.000 puestos de trabajo en la CAV y que otras 42.000 personas se han visto afectadas por expedientes de regulación. Aumenta el desempleo, se precarizan aún más las condiciones laborales y «pretenden vendernos como un logro una ayuda adicional de 200 euros para las personas afectadas por EREs», censuró.

Ambos sindicatos respondieron así al anuncio de Gemma Zabaleta, de que Lakua subirá de 600 a 800 euros las ayudas a trabajadores afectados por EREs acordado en la mesa promovida por el Gabinete de Patxi López