Riesgos del viento en la montaña
Gloria LATASA
gloriameteo@hotmail.com
Me disponía hace unos días a hacer un recorrido por el Macizo del Mont Blanc (travesía Col de la Forclaz-Champex) cuando, al consultar el parte de Meteofrance, me encuentro con la sorpresa de que se espera una jornada meteorológicamente complicada: vientos fuertes del SW, ráfagas de 101 k/h, velocidades de hasta 120-140 k/h en la alta montaña. Además, se hace referencia a fuertes tormentas y a un descenso brusco de las temperaturas durante la tarde.
Repaso el itinerario previsto (entre los 1500 y 2000 m de altitud) y concluyo que no es aconsejable realizarlo con esta previsión. Pero quiero aprovechar la mañana y decido optar por una alternativa. Subiré a la Mer de Glace andando y cogeré el tren de Montenvers para bajar. Nueva sorpresa: no me garantizan su funcionamiento durante todo el día por los problemas que el viento pueda ocasionar.
Mis expectativas continúan yendo para abajo. Ya no aspiro más que a llegar a una sencilla Buvette (barecito de montaña). Lo intento y el viento arrecia, moviendo con fuerza las copas de los árboles. No le veo sentido a seguir arriesgándome y dirijo mis pasos hacia el fondo del valle.
Para cuando llego abajo el viento se queda en calma. Ya sin riesgo alargaré mi paseo por los bosques más bajos aprovechando este nuevo buen tiempo. Unas condiciones agradables que se alargarán hasta media tarde, cuando se oscurecerá el cielo y descargará la esperada y temida tormenta.
Un día extraño pero propicio para recordar que hay que ser prudentes con el viento en la montaña. Porque puede hacer caer objetos sobre nosotros (piedras, árboles...), porque su fuerza puede variar considerablemente en distintas zonas de nuestro recorrido y porque nos puede desestabilizar en pasajes delicados (crestas y collados son particularmente castigados).